La Iglesia Anglicana recomendó que algunas personas divorciadas puedan volverse a casar por la iglesia, un cambio con respecto a su doctrina oficial, en reconocimiento de la tendencia social.
Oficialmente, tanto la Iglesia Anglicana como la Católica consideran el matrimonio un compromiso a perpetuidad y permiten segundas nupcias sólo si uno de los miembros de la pareja fallece.
Sin embargo, un comité de obispos divulgó el martes un informe permitiendo a los sacerdotes oficiar un segundo matrimonio cuando exista "una clara distancia en tiempo, localidad y relación" con respecto al primero.
Aproximadamente un tercio de los sacerdotes anglicanos ofician bodas con divorciados y la Iglesia calcula que un 10% de los matrimonios hoy en día incluyen personas divorciadas.
A pesar de este cambio --que debe ser confirmado por el sínodo de la Iglesia Anglicana dentro de un año-- persisten dudas sobre si la Iglesia aprobará un matrimonio entre el príncipe Carlos, viudo, y su amante, Camilla Parker Bowles, que es divorciada.
Los obispos enfatizaron que una de las condiciones para las nuevas nupcias es que la nueva pareja no sea la responsable del fracaso del primer matrimonio.
"Algunas personas, al pedir a la Iglesia que les ayude a contraer matrimonio por segunda vez, nos piden aceptar ciertas conductas que no podemos aprobar", manifestó el obispo Michael Scott-Joynt, obispo de Winchester y presidente del comité elaborador del informe, titulado "Matrimonio dentro de la Iglesia después de un divorcio".
Los miembros del comité no mencionaron directamente al príncipe Carlos, pero uno de ellos, David Holloway, definió quiénes no podrán ser beneficiados: "Los que mantengan compromisos derivados de su primer matrimonio, y aquellos cuya nueva relación es la causa del fracaso de la anterior, son dos ejemplos".
El príncipe Carlos puede contraer nuevo matrimonio porque su exesposa, la princesa Diana, murió en un accidente vial en París en 1997.