El País y redacción. La época de los años 80 en Colombia, la del gran maridaje entre política y mafia, de la cruenta guerra del narcotráfico, ha vuelto a través de los recuerdos de Victoria Vallejo, diva de televisión de la época y amante de Pablo Escobar, el peor delincuente que ha tenido el país.
La mujer por cuyo amor se enfrentaron Pablo Escobar y Gilberto Rodríguez Orejuela, los dos narcos que intentaron poner de rodillas a Colombia, desapareció de la vida pública en los años 90.
Tras 12 años de autoexilio, sus últimas palabras salpican a expresidentes, políticos, exfuncionarios, periodistas, militares y familias de ilustres apellidos, en medio del juicio por uno de los mayores asesinatos cometidos durante la guerra del narcotráfico, el del candidato liberal Luis Carlos Galán, en 1989.
"He visto episodios clave de las relaciones entre la clase política y el narcotráfico", le dijo a un periodista del diario norteamericano Nuevo Herald , el primero en destapar la historia de boca de Vallejo, la semana pasada. Ella está bajo protección de Estados Unidos.
Video acusador. La examante del narco apareció en los televisores colombianos el martes 26 de julio, en un video que había filmado un día antes, para señalar al supuesto instigador de los dos magnicidios que desbarrancaron el país: el del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, en 1984 (del Nuevo Liberalismo, por denunciar los dineros de la mafia en la política) y el de Galán (del mismo partido).
Ella culpa al senador Alberto Santofimio Botero, cuyo juicio por el asesinato de Galán espera sentencia. Temía que fuera absuelto y decidió romper su silencio. Pero su testimonio llegó cuando ya había pasado la fase de audiencias.
No obstante, el procurador Edgardo Maya opina que después de la sentencia se apelará, si es necesario, y se podrán recibir nuevos testimonios, incluido el suyo.
"Fui testigo de excepción de hechos que me contó Pablo; después porque me los contó Gilberto y me tocó vivirlos, y porque he visto episodios clave de las relaciones entre clase política y narcotráfico", dijo.
Diva entre capos. Cuando los dos capos empezaron a hacerse un nombre, ella ya era famosa; procedía de una familia de clase alta. Fue una mujer que confirmó que inteligencia, astucia y cultura hacen juego con la belleza física.
Conoció a Pablo Escobar en 1982, cuando él era representante por Antioquia en el Congreso. Se enamoró. Supo del ascenso del capo, su amistad con el senador Santofimio, sus nexos con el poder, su infinito ego y su metamorfosis a narcoterrorista.
Dice haber oído a Santofimio pedir a Escobar la muerte del ministro Lara: "Ahora lo único que se atraviesa entre nosotros y el poder es Galán. Tienes que eliminarlo, y ya nada podrá detenernos", habría dicho el senador.
Según ella, "todo estaba encaminado a que Santofimio fuera presidente, acabara con la extradición y se asegurara que su sucesor fuera Escobar". Incluso, asegura, le dijo a Escobar: "Si eliminas a Galán, al otro día tenemos al país de rodillas". Y "lo único que Santofimio no hizo fue oprimir el gatillo".
Más sorprendidos quedaron los colombianos cuando, con su voz pausada de bogotana culta, esparció su testimonio de amor, poder, política, corrupción y venganza con los nombres de algunos expresidentes como Alfonso López Michelsen y Ernesto Samper Pizano, y de senadores y diputados.
Dio pistas de los simpatizantes de Escobar en los medios y de su presión a la Asamblea Constituyente de 1991 para que anulara la extradición con Estados Unidos, porque su lema era: 'Preferimos una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos'.
Pero, sobre todo, advirtió que la herencia de esos dineros calientes aún sigue en la política.
20 años es mucho. Vallejo confiesa que ha tenido 20 años de lágrimas e infierno y solo ha ganado más enemigos. Tras su regreso, la revista Semana dijo que sus revelaciones no eran sorprendentes, lo impactante fue verla a ella contándolas.
Sus detractores, entre ellos los abogados de Santofimio, dicen que su versión no merece credibilidad. "Es una mentirosa irremediable, una mitómana", dijo el abogado Jorge Arenas, citado por la revista Semana .
Algunos explican su reaparición diciendo que está en quiebra. Pero Pablo Escobar le garantizó el futuro cuando, después de amenazar con matar a todo aquel que la ofendiera, le auguró: "Eres mi cronista de Indias. Mi historia la vas a escribir tú".