La joven de 19 años conocida como alias Gabriela declaró ante la Fiscalía y reveló que había un plan para que, después del atentado contra Miguel Uribe, los implicados fueran “dados de baja”.
La declaración de Katerine Martínez fue dada a conocer por la revista Semana, que reveló que ella conoció a Elder José Arteaga, alias el costeño, dos meses antes del atentado contra el precandidato presidencial y, en varias oportunidades, se contactaron para llevarle armas e incluso, en el pasado, le insinuaron el transportar explosivos.

“Me dijo que transportara una bomba, que la llevara y la tuviera en mi casa y que cuando él me avisara, entonces que alguien la recogería en mi casa”, indicó alias Gabriela sobre su vínculo con ‘El costeño’.
“Yo le dije que no, que me quería salir de eso, porque me quería ir a vivir con mi pareja; me dijo que solo era transportar la bomba, que era una maleta que tenía que llevarla a un conjunto Tabakú, en Las Américas. Era la residencia y el trabajo de la persona contra quien iban a atentar, un exrefugiado de las Farc”, reveló Katerine Martínez en su testimonio a la Fiscalía.
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¿De qué hablaron Katerine Martínez ‘Gabriela’ y Elder José Arteaga ‘el Costeño’ antes del atentado contra Miguel Uribe?
Según el testimonio que dio a conocer Semana, esta joven de 19 años se encontró sobre las 2:30 p. m. con ‘El costeño’ en el parque El Golfito de Modelia y se subieron al carro Spark, de color gris, que se ve en los videos de las cámaras de seguridad.
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“Elder empezó a hablar del arma, que esta arma venía del extranjero y que era una Glock, que había costado como 15 o 20 millones de pesos (colombianos), que era un juguetote. Además, Elder le dice: ‘Todos (los tiros) a la cabeza’. El muchacho (menor de edad) entonces le respondió: ‘Le voy a dar uno o dos en la cabeza y me voy’”, puntualizó ‘Gabriela’ en su declaración a la Fiscalía.

Así fue el atentado
Según el testimonio de Katerine Martínez, antes de que el menor se bajara del vehículo con el arma, le pidieron que se quitara la chaqueta y dejara el celular “porque de pronto lo botaba corriendo”.
“El chico me dio la mano, se despidió de Elder y este le dijo que iba a salir bien y que él estaba pendiente de que no le fuera a pasar nada. Le dice: ‘Con fe, manito’. El chico se baja, se va caminando por la misma calle”, puntualizó alias Gabriela.
