:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/D4O4YTWJWVGR5D752NK3IF5LTU.jpg)
Carlos Telleldín (centro), principal acusado en el juicio por la explosión en la sede de la mutual judía AMIA, ingresó ayer a los tribunales, fuertemente custodiado, para escuchar la sentencia. ESCOLTADO. | EFE /LA NACIÓN (Leo La Valle)
Luego de tres años de audiencias, la justicia argentina absolvió ayer a cinco personas acusadas de estar vinculadas al atentado que en 1994 destruyó una mutual judía de Buenos Aires y mató a 85 personas.
Los favorecidos por el fallo son el mecánico y vendedor de automóviles robados Carlos Telleldín y cuatro expolicías de la provincia de Buenos Aires.
Ellos habían sido acusados de haber entregado a los terroristas la camioneta utilizada como coche bomba que el 18 de julio de 1994 estalló en la puerta de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA).
Telleldín fue detenido poco después del ataque, mientras que los expolicías fueron capturados a mediados de 1996.
Pese al fallo, seguirán detenidos por otras causas no vinculadas al atentado.
Pese a que la fiscalía había solicitado la prisión perpetua, el tribunal decidió absolver de culpa y cargo a los procesados porque no se pudo probar que supieran de antemano qué destino final tendría el vehículo.
El veredicto fue transmitido en vivo y directo por la televisión.
Conocido el fallo, la abogada de la AMIA, Marta Nercellas, confirmó que apelará la sentencia.
La investigación del ataque a la AMIA estuvo siempre manchada por intrigas políticas e ineptitudes legales.
El primer juez del caso, Juan José Galeano, fue apartado de la causa luego de comprobarse que pagó $400.000 a Telleldín para desviar la investigación.
A cambio, Telleldín acusó a los expolicías de haberle comprado la camioneta empleada ocho días después en el atentado.
La tesis sustentada por la colectividad judía es que el atentado fue organizado por Irán con participación de la organización fundamentalista islámica Hezbolá.