Nueva York, 30 oct (EFE).- El presidente del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn, animó hoy a los países en vías de desarrollo a luchar contra la corrupción y contra sus propios desequilibrios estructurales.
"Las ayudas asistenciales ya no son suficientes. Los países tienen que abordar reformas y, sobre todo, abordar los problemas de corrupción", dijo en una conferencia pronunciada en el Consejo de Relaciones Exteriores, en Nueva York.
Wolfensohn aseguró, en este sentido, que el Banco Mundial velará por evitar que la corrupción afecte a las ayudas que se canalizarán hacia Irak, país donde la institución gestionará, junto con la ONU, el Fondo Internacional para la Reconstrucción, acordado en la Conferencia de Donantes de Madrid, celebrada la pasada semana.
"En Irak exigiremos la transparencia más absoluta en todos los proyectos de reconstrucción, para que no se pierda el dinero", dijo como contestación a una pregunta al respecto.
Wolfensohn consideró que la Conferencia Internacional, clausurada el pasado viernes, fue un tuvo "un éxito considerable", porque se recaudaron 33.000 millones de dólares, lo que supone, en su opinión, un "buen comienzo".
De esa cantidad, 20.000 millones provendrán de Estados Unidos, mientras que el resto de los países y organismos internacionales aportará en torno a 13.000 millones de dólares.
El propio Banco Mundial se ha comprometido a entregar un máximo de 5.000 millones de dólares en un plazo de cinco años, mientras que su institución hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI), proporcionará entre 2.000 y 4.000 millones.
Wolfensohn recordó las palabras que pronunció el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la Conferencia de Donantes, al indicar que la seguridad debe ser el primer requisito que debe abordar Irak para que las tareas de reconstrucción sean un éxito.
Como ejemplo, el presidente del Banco Mundial relató las dificultades para enviar personal a la zona tras al brutal atentado del pasado 19 de agosto, en el que pereció un funcionario de la institución y tres resultaron heridos graves.
Esta mañana, en un encuentro con periodistas en Washington, se mostró además, partidario, de que la comunidad internacional condone, al menos, dos tercios de la deuda de Irak, calculada en unos 120.000 millones de dólares, para que ese país pueda progresar.
En la conferencia pronunciada en Nueva York, se refirió además a los desequilibrios que existen entre los países ricos y pobres, situación que podría agravarse en los próximos años.
Según explicó, de los 6.000 millones de habitantes que tiene el planeta, el 80 por ciento de la riqueza está en manos de 1.000 millones de personas, mientras que los 5.000 restantes se reparten el 20 por ciento.
Además, existe un desequilibrio entre lo que los países ricos gastan en ayudas al desarrollo, 56.000 millones de dólares, y lo que aportan para su propio proteccionismo agrícola (300.000 millones) o para defensa (600.000 millones).
También los países pobres, dijo Wolfensohn, cometen estos errores, pues destinan más recursos a gastos militares (200.000 millones) que a educación. EFE
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