
WASHINGTON. Reuters La Casa Blanca todavía enfrenta grandes obstáculos para renovar su autoridad de negociación comercial, pese a un acuerdo alcanzado con los máximos representantes demócratas en el Congreso sobre temas laborales y de medio ambiente, dijeron analistas.
El acuerdo alcanzado hace dos semanas entre la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el Gobierno cumplió una demanda de mucho tiempo de los demócratas de establecer cláusulas vinculantes en las áreas laboral y de medio ambiente en el corazón del texto de los tratados de libre comercio.
Pero con la guerra en Iraq que se hace interminable y la campaña en camino para la elección presidencial del 2008, los demócratas se muestran reticentes a darle al presidente George W. Bush alguna victoria legislativa.
Esto aún cuando la extensión de los poderes comerciales especiales, conocidos también como vía rápida, sea necesaria para concluir la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que ahora se encuentra en su sexto año de negociaciones.
Necesario. Los poderes especiales, que vencen en junio, han sido una herramienta importante de la Casa Blanca para alcanzar acuerdos comerciales durante tres décadas.
Pero las dudas acerca de su renovación se incrementaron luego de que los demócratas obtuvieron el control del Congreso en el 2006.
“Parece que no existe un sentido de urgencia (en el Congreso) acerca de la extensión de la vía rápida”, dijo Sherman Katz, especialista comercial del Carnegie Endowment for International Peace.
La vía rápida –también conocida como autoridad de promoción comercia– permite a la Casa Blanca negociar acuerdos comerciales que el Congreso debe aprobar o rechazar sin realizar cambios.