La modernización fiscal que representa Tribu-CR conlleva una serie de desafíos significativos para las empresas, profesionales y el propio Estado.
Dentro de los posibles retos más relevantes para su adopción y correcto funcionamiento, podemos enumerar los siguientes: Brecha digital y capacitación:
La transición a una plataforma completamente digital presenta dificultades, especialmente en zonas rurales, entre adultos mayores y en microempresas, donde la conectividad y el acceso tecnológico son limitados.
Es necesaria una capacitación masiva tanto para los funcionarios públicos como para los contribuyentes, a fin de garantizar que todos puedan utilizar eficazmente la plataforma y cumplir con sus nuevas obligaciones.
Gestión del cambio institucional: La modernización exige una transición ordenada desde sistemas antiguos (ATV, TRAVI) hacia Tribu-CR, la cual puede generar resistencia y confusión si no se comunica y acompaña adecuadamente.
Las empresas y contribuyentes en general deben adaptar sus sistemas y procesos internos, además de capacitar a sus equipos para gestionar las modificaciones regulatorias.

Eliminación de facilidades de pago: Se ha propuesto que los pagos de impuestos se realicen exclusivamente a través del sistema Tribu-CR o de forma presencial, eliminando la conectividad bancaria automatizada que existe actualmente.
Algunos consideran esto un retroceso en términos de simplificación; sin embargo, el Ministerio de Hacienda lo interpreta como una razón de negocio, considerando el elevado costo asociado al uso de dicha plataforma. Seguridad y protección de datos: El incremento en la trazabilidad de la información plantea el reto de garantizar la seguridad y protección de los datos fiscales y personales. La transparencia no debe ir acompañada de vulnerabilidades.
Migración y depuración de información: Los procesos de transferencia de datos históricos y la depuración de inconsistencias previas son imprescindibles. Créditos fiscales o saldos con inconsistencias numéricas podrían no migrar correctamente y requerir soluciones individuales.
Si las declaraciones anteriores no coinciden con los registros de la Administración Tributaria, los contribuyentes deberán recurrir a procesos adicionales para su regularización.
Riesgo de sanciones y restricciones: El desconocimiento o el uso indebido de la plataforma puede derivar en sanciones administrativas y limitaciones para operar o contratar con el Estado.
Las obligaciones tributarias estarán definidas a partir de la inscripción mediante el denominado “Vector Fiscal”, y el incumplimiento será más fácil de identificar.
Actualización de la información fiscal: Es imprescindible mantener actualizados los datos en el Registro Único Tributario, incluyendo un correo electrónico, para evitar problemas en la notificación o recepción de comprobantes.
Reformas legales aún pendientes de aprobación: Muchas de las reformas legales indispensables para garantizar la operatividad y obligatoriedad de la nueva plataforma, y no solo algunas, aún no han sido aprobadas formalmente por la Asamblea Legislativa.