El eventual Tratado de Libre Comercio (TLC) con Canadá podría convertirse en un modelo para las relaciones entre economías pequeñas y un país desarrollado, según los objetivos que tienen los negociadores de ambos países.
Además, ese acuerdo comercial está enmarcado dentro de los pasos que ha tomado el gobierno canadiense en busca del liderazgo continental que Estados Unidos no puede asumir en las negociaciones comerciales continentales, comentó la viceministra costarricense de Comercio Exterior, Anabel González.
El gobierno estadounidense se ve limitado en sus acciones para el establecimiento del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pues no ha conseguido la aprobación de la denominada vía rápida, que autoriza a firmar acuerdos comerciales sin que luego sean modificados en el Congreso y el Senado.
González recordó que el acuerdo entre Canadá y Costa Rica sería el primer TLC bilateral entre un país desarrollado y una economía pequeña, por lo que el reto de las dos partes es definir el tratamiento a seguir en diferentes campos, principalmente en normas de origen y solución de controversias.
Los dos países reconocen de alguna manera, con este acuerdo, las dificultades que se presentan en los ámbitos multilaterales para concretar negociaciones comerciales. Actualmente se presenta difícil el avance en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que tras el fracaso de Seatle, no ve opciones para una nueva y amplia ronda de negociaciones.
Tampoco es fluido el avance hacia el ALCA, obstaculizado por la falta de vía rápida en Estados Unidos y por los problemas en países del Mercado Común del Sur (Mercosur), principalmente Brasil.
La ruta bilateral se presenta, ante tales condiciones, como la más viable para avanzar en el libre comercio.
Esos son grandes beneficios generales que dejará un posible TLC con Canadá, aparte del incremento particular del comercio y las inversiones.
El Comex considera que el principal beneficio para Costa Rica se presentará por los lados de la inversión de empresas de alta tecnología, muy desarrolladas en Canadá, y por el ingreso de turistas, ya que aquel país es el segundo en importancia en el ingreso de visitantes aquí.
Los ticos también tenemos mucho que aprender de los canadienses, país en el que existe el índice de desarrollo humano más alto del mundo, además de una muy fuerte y consciente protección ambiental. Nuestro país, además, busca incrementar la competitividad del sector productivo, obligado s modernizarse frente a la apertura.