
El endeudamiento con tarjetas de crédito de las familias de Costa Rica tuvo un fuerte incremento en los últimos seis años.
Según la Encuesta de Ingresos y Gastos (Enigh 2024) en el país hay 208.683 hogares con deudas con tarjetas, lo cual significa un aumento del 37,8% frente a un estudio del 2018.
Para ese año, el Instituto Costarricense de Estadística y Censos (INEC) contabilizó 151.451 hogares con este tipo de endeudamiento. Ese registro excluía los pagos mensuales de contado, mientras que la medición actual incluye a las familias que pagan de contado y no de contado las deudas con tarjetas.
El Instituto precisó que el resultado de ambos estudios permite identificar las familias que tienen un saldo pendiente de pago con tarjetas de crédito en ambos años.
Un análisis del Banco Central de Costa Rica (BCCR), publicado a finales de noviembre anterior, mostró que al 80% de las familias sus ingresos no les alcanza para satisfacer sus gastos de consumo.
Debido a lo anterior, recurren a endeudamiento, vender activos o desacumular ahorro previo para satisfacer sus necesidades de consumo, según las cuentas nacionales distributivas de los hogares publicadas por el BCCR a finales de noviembre, con datos al 2022.
Al cierre del 2024, la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) reportó 1.249.211 personas con deudas en tarjetas de crédito. De ese total, el 54,7% eran hombres.
El monto promedio de financiamiento mediante tarjeta de crédito en hombres era de ¢4,6 millones, mientras que para las mujeres llegaba a ¢4 millones.
A nivel general, en Costa Rica había 943.350 familias con algún tipo de deuda al 2024. La medición incluye los préstamos para vivienda, tarjetas, tiendas comerciales, entidades financieras y prestamistas.
Dicho resultado representa un aumento del 2,44% respecto a los 920.923 hogares del 2018.
En las estadísticas sobre tipos de deudas de los hogares, la Enigh 2024 muestra que los otros créditos con entidades financieras concentran la mayor cantidad de hogares endeudados con 469.267 familias, un crecimiento del 6,21% frente a las 441.840 registradas en 2018.
Por el contrario, hubo una reducción del 13,7% de familias que tenían operaciones de financiamiento con prestamistas, pues estas pasaron de 65.236, en el 2018, a 56.294, en el 2024.
Los núcleos que tenían deudas con tiendas comerciales, principalmente de electrodomésticos, también se redujeron. El año pasado eran 307.522 familias, respecto a las 463.760 seis años atrás, es decir, una baja del 33,6%.
La Enigh, publicada el pasado 3 de diciembre, reveló que en el país hay un total de 1.814.674 hogares.
Pago mensual de deudas
Por otra parte, el gasto mensual promedio destinado al pago de deudas subió 25%, al pasar de ¢200.835 en 2018 a ¢251.376 en 2024.
Los datos de la encuesta están a valores del 2024, debido a que el INEC hace una conversión de la información de cada hogar a promedios mensuales expresados en colones corrientes de julio del mismo año.
Esta fecha se determinó como periodo de referencia de la encuesta para fines comparativos, dado que representa el mes central de la recolección de datos, realizada de febrero del 2024 a enero del 2025.
El INEC ordena algunos datos en quintiles de ingreso, cada uno equivalente al 20% de los hogares. El primer quintil agrupa a los de menores ingresos per cápita y el quinto, a los de mayores ingresos.
En el caso del endeudamiento, los hogares del quintil 1 destinan en promedio ¢50.042 mensuales, mientras que los del quintil 5 ocupan ¢517.568,2, es decir, 10,3 veces más, equivalente a 934,3%.
Diferencias por niveles de ingresos
El estudio muestra que conforme los ingresos de una familia se elevan, el endeudamiento también aumenta en instrumentos como las tarjetas de crédito, préstamos para vivienda y otros créditos con instituciones financieras.
En el caso de las tarjetas de crédito, hay 2.093 hogares de ingresos bajos (quintil 1) que poseen una deuda. En esa misma condición se encuentran 95.039 familias de ingresos altos, es decir, del quintil 5.
Los préstamos para vivienda son utilizados por 9.720 hogares del quintil 1 y crece a 93.288 hogares del quintil 5.
En caso contrario, las deudas con tiendas comerciales y prestamistas están más concentradas en los hogares de menores ingresos.
El endeudamiento con casas comerciales afecta a 84.665 del quintil 1 frente a 26.007 del quintil 5.
En el caso de los adeudos con prestamistas, se registran 13.375 familias del quintil 1 y se reducen a 4.077 en el quintil 5.
Menos deudas con prestamistas
El número de hogares con deudas ante prestamistas cayó 13,71% en los últimos seis años; en la actualidad, 56.294 familias se financian mediante ese servicio informal.
La cantidad de familias endeudadas con empresas comerciales también disminuyó un 33,7%, al pasar de 463.760 en 2018 a 307.522 el año pasado.
Por su parte, los hogares con préstamos de vivienda llegaron a 208.863, una caída del 4,18% respecto a los 217.967 reportados en 2018.
Analistas opinan
Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), calificó los resultados de positivos, porque se reduce la exposición de los hogares al endeudamiento con prestamistas bajo condiciones gravosas y que esos créditos informales podrían estar siendo sustituidos por la formalización de las deudas, como es el caso de las tarjetas de crédito.
“Esto permite a los hogares ingresar al sistema financiero y acceder a cuentas de ahorro y los sistemas de incentivos y beneficios”, apuntó el exjerarca del ente emisor, quien destacó este comportamiento como un efecto de la bancarización de las familias.
“Las familias se están apalancando más y por ende asumiendo un mayor costo financiero. Esto limita el ingreso disponible para asumir deudas de largo plazo, como es vivienda“.
— Juan Ricardo Fernández, presidente Consumidores Libres
En cuanto a la reducción de los créditos de vivienda, Cubero indicó que es acorde a la reducción de los saldos de estos préstamos.
Consideró que podría relacionarse con la mayor incertidumbre en la economía y la movilización de la fuerza laboral y la movilidad de personas dentro y fuera del país. “Es posible que muchos hogares no opten por adquirir una hipoteca, sino por alquilar”, dijo Cubero
El economista Félix Delgado, exgerente del BCCR, considera que el aumento de hogares con deuda en tarjetas de crédito forma parte de la tendencia creciente en el crédito al comprador y la evolución de los medios de pago.
“Hoy día, muchos pagamos todo con tarjetas en vez de usar efectivo, y los cheques ya prácticamente no existen. Mucha gente evita cargar efectivo y usa las tarjetas para financiarse cuatro o seis semanas, no por el financiamiento en sí, sino por la comodidad del pago sin efectivo”, señaló Delgado.
Sobre la baja en las deudas con prestamistas, el economista cree que responde, en parte, a una mayor bancarización, impulsada por herramientas digitales como Sinpe Móvil, y por campañas que buscan evitar créditos como gota a gota, muy costosos para el deudor.
En cuanto a la vivienda, Delgado explicó que pudo existir un rally (aumento de la oferta) de créditos para vivienda y que ahora el mercado volvió a una demanda más estable.
“Uno compra comida todos los meses, pero compra casa, en la mayoría de los casos, solo una o dos veces en la vida”, afirmó.
El presidente de la Asociación de Consumidores Libres, Juan Ricardo Fernández, aseguró que el incremento de hogares con deudas en tarjetas puede reflejar desesperación e iliquidez.
Fernández sostuvo que las familias están financiando gastos corrientes, lo que aumenta la carga financiera y se vuelve “cada vez más pesada en términos reales”, probablemente para sostener un nivel de vida que sus ingresos actuales ya no cubren.
Sobre la reducción de familias con créditos de vivienda, consideró que el dato revela una preferencia por el consumo presente (aumento de crédito en tarjetas) frente al consumo futuro, como la compra de bienes duraderos o de capital.
“Las familias se están apalancando más y por ende asumiendo un mayor costo financiero. Esto limita el ingreso disponible para asumir deudas de largo plazo, como es vivienda”, manifestó Fernández, quien aconsejó cautela en el uso del crédito en tarjetas, pues puede impulsar necesidades de consumo que terminan siendo más caras.
Por su parte, Danilo Montero, director de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), recordó que antes de la pandemia de la covid-19, el comportamiento de los créditos mantenía una tendencia creciente, que detuvo el ritmo hasta que en el 2024 presentó alguna recuperación.
“Estos números habría que combinarlos con otros factores que ocurrieron alrededor”, concluyó Montero.
