"La recuperación de las finanzas públicas no debe ser el compromiso de un gobierno, sino de la Nación. Debe enmarcarse en el tiempo y para ello debe modificarse la gobernanza de nuestras finanzas públicas", sostuvo Sarkozy al término de una reunión sobre el déficit celebrada en el Elíseo, sede de la presidencia.
"Por esa razón quiero poner en marcha una reforma constitucional", afirmó.
Según el texto de la intervención de Sarkozy difundido por el Elíseo, "esta reforma obligaría a cada gobierno surgido de las urnas a comprometerse a cinco años en una trayectoria de déficit. Cada gobierno debería comprometerse simultáneamente con una fecha para alcanzar un equilibrio de las cuentas públicas".
Sarkozy sostuvo que esta reforma también permitiría "dedicar la ley de finanzas a la competencia exclusiva de las diposiciones fiscales" y permitir que el Parlamento "vote sobre los compromisos en materia de finanzas públicas que adoptemos de cara a nuestros socios europeos".
Francia se inspiraría de Alemania, que hace un año modificó su Carta Magna, obligando al Estado federal a limitar su déficit al 0,35% del Producto Interno Bruto (PIB) a partir de 2016.