Si una de sus metas es adquirir una casa nueva, el camino de la compra debe transitarlo con especial atención a los detalles. De acuerdo a la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), los futuros compradores de proyectos de vivienda que todavía no están construidos deben preguntarle a la empresa desarrolladora si están inscritos en el Ministerio de Economía Industria y Comercio (MEIC).
Cuando el proyecto está reconocido por el MEIC existe un “respaldo” de que el pago de primas o adelantos que el comprador realiza va dirigido a una vivienda que efectivamente se encuentra en proceso de construcción y no es una casa “fantasma”.
“Nuestra recomendación es que las personas firmen contrato o den adelantos de pago con empresas formales. Esto es para el propio respaldo de los compradores”, comentó Randall Murillo, director ejecutivo de la CCC.
Los proyectos registrados ante el MEIC garantizan que cuentan con permisos municipales, visado de planos por parte del Colegios Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y demás requisitos que debe cumplir un proyecto de construcción para poder desarrollarse.
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“A veces las casas no están porque apenas se van a construir, entonces obviamente el permiso de esa casa no está. Pero el proyecto donde lo va a comprar debe tener calles construidas, caños, permisos del proyecto; hay que cuidarse en esos detalles”, recomendó Murillo, quien añadió que “es importante asesorarse con un ingeniero o su abogado de confianza”.
Otro punto importante a tomar en cuenta antes de firmar un contrato es conocer si el proyecto en el cual se construirá la casa se desarrollará en etapas porque, de ser así, quien compra una ubicación en la primera de tres etapas no podrá ver de manera inmediata todo lo que la empresa prometió que tendría el terreno porque es posible que algunos beneficios se ubiquen hasta la última etapa que puede demorar años en concluir.
“Si ya se sabe que el proyecto está debidamente inscrito antes el MEIC, lo que sigue es analizar el alcance, es decir, claridad absoluta sobre lo que está comprando. Esto significa que se deben aclarar detalles (en el contrato) en relación a si lo comprado está en el piso cinco o 14, los metros cuadrados, cantidad de habitaciones y los acabados que van a utilizar”, explicó Murillo.
Las personas compradoras deben tener esos detalles claros para comparar que el precio de pago es equivalente a la oferta. Además, es necesario leer las letras pequeñas del contrato para descubrir si el precio del proyecto es variable o fijo; al ser variable influyen los precios de los materiales, lo cual incrementa el valor inicial.
La lectura del contrato debe hacerse con calma, especial análisis y en algunos casos con el asesoramiento de un abogado para aclarar palabras o términos que pueden no ser comunes para la persona interesada en la vivienda.
“Algunos contratos dicen: el proyecto se entregará seis meses después del permiso de construcción. Por esto algunas personas se van con la idea de que dentro de seis meses le entregan la casa, pero en realidad cuando se lee la letra menuda, lo que quiere decir es que la obtendrá en ese tiempo luego de que le apruebe el permiso la municipalidad, y ese permiso no se sabe con exactitud cuándo va a llegar”, concluyó Murillo.
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