Ginebra (AFP). Los núcleos de países en vías de desarrollo sostuvieron el domingo que el éxito de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que se abrirán el lunes en Ginebra depende esencialmente de los países ricos.
Entre los firmantes figuran el G-20 liderado por grandes emergentes como Brasil e India, el G-33 -con muchos centroamericanos y africanos-, los ACP (en su mayoría ex colonias de Asia, Caribe y el Pacífico), el Caricom (Comunidad del Caribe), el Grupo Africano y el Economías Pequeñas y Vulnerables de la OMC.
"La mayoría de los agricultores del mundo se halla en los países en desarrollo. Esos agricultores siguen sufriendo de los subsidios gigantescos que distorsionan el comercio y de las barreras que impiden el acceso a los mercados desarrollados", subraya el documento.
"Los grupos (firmantes) recordaron que la dimensión de Desarrollo del Mandato de Doha requiere mayor empeño de los países desarrollados", prosigue.
El texto destaca que los negociadores deben "garantizar que el nivel de ambición existente en agricultura e industria debe realizarse de manera equilibrada y en conformidad con el principio de trato especial y diferenciado" en el ritmo de apertura de los mercados.
La Ronda de Doha se inició en 2001 y debía finalizar a fines de 2004, pero está estancada por reclamos cruzados: los países en desarrollo exigen mayor acceso a los países europeos y norteamericanos, y éstos piden menos protecciones para el ingreso de sus productos en el resto del mundo.
Así y todo, existen diversos matices en los reclamos de los primeros: los ACP, por ejemplo, temen perder sus ventajas de acceso a los mercados de las ex metrópolis coloniales, si éstas se abren a otros países. Roces de ese tipo se produjeron en los últimos días a causa de la propuesta europea de reducir sus aranceles a las importaciones de banano.
El G-20, que se convirtió en uno de los actores de mayor peso en las negociaciones, mantuvo su propia reunión, en la que ratificó su compromiso con el "objetivo común de eliminar las políticas que distorsionan el comercio mantenidas por los países desarrollados".
Las exigencias de apertura agrícola se refieren a tres áreas: reducción de los subsidios internos y de los aranceles a la importación y eliminación de los subsidios a la exportación.