Davos (Suiza), 28 ene (EFE).- Los principales negociadores de varios países de la OMC coincidieron hoy en que ninguno de ellos puede permitirse un fracaso de la Ronda del Desarrollo de Doha, ya que ello pondría en peligro la evolución de la economía global.
Además, también expresaron que la única manera de conseguir ese objetivo es dando ímpetu político a esa ronda de negociaciones comerciales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que comenzaron hace cinco años en Doha y que pretenden que de ellas se beneficie el mundo en desarrollos.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, subrayó hoy que una vía para insuflar voluntad política a las negociaciones sería el convocar una reunión de los Jefes de Estado, tal como ya ha sugerido el presidente brasileño, Luiz Inázio Lula Da Silva.
"No podría decir una fecha, pero sí que tendrá que ser más pronto que tarde... A finales de febrero o principios de marzo, pero en cualquier caso antes de que se decidan las modalidades" de la negociación en agricultura, servicios o acceso a mercados de bienes industriales, entre otros, indicó el canciller brasileño.
En la misma línea se pronunció también el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, que consideró que "ha llegado el momento de que intervengan los líderes", y es una idea que a EEUU le parece una opción, dijo su Representante de Comercio, Rob Portman.
Antes de participar en el debate del Foro, Amorim y Portman, al igual que los responsables de Comercio de otros 17 países se reunieron en esta ciudad alpina por primera vez desde que se despidieron al término de la tensa conferencia de Hong Kong de diciembre pasado.
En Davos esos países consensuaron un programa de trabajo para acabar esa ronda comercial en la fecha prevista de 2006, en el que figura que esas fórmulas o modalidades tendrán que estar preparadas para el 30 de abril próximo.
"Ciertamente tendría que ser antes de que se decidan las modalidades", dijo Amorim, que reconoció que un mes después de Hong Kong, la atmósfera negociadora está más relajada y hay un "espíritu más positivo".
"Se puede ganar mucho en nivel económico si la Ronda acaba bien", señaló el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, en el debate conjunto en el que participó junto a Amorim, Portman y los ministros de Comercio de Australia, Ghana e India, el de Agricultura de Japón, el de Economía de Suiza y el director general de la OMC, Pascal Lamy.
Mandelson subrayó que hay muchas oportunidades que se derivarán de una negociación exitosa, porque se crearán empleos con los que sustituir a los que se queden sin empleo por las pérdidas en agricultura, que sigue siendo el punto más complejo y difícil.
El Banco Mundial (BM) calcula que si la Ronda de Doha concluye con éxito y en los plazos previstos, la economía global se beneficiará en los próximos diez años de una inyección de liquidez de 300.000 millones de dólares anuales.
"La agricultura está en primer lugar porque es un asunto difícil y porque también afecta al mundo en desarrollo", admitió Portman, que insistió en que "esta es una oportunidad que se produce una sola vez. No se puede dejar pasar".
También reconocieron que hasta la fecha del 30 de abril les queda un largo camino por recorrer, aunque Mandelson y Portman, en palabras de este último, coincidieron en que ahora "está emergiendo un espíritu diferente".
El negociador estadounidense, que destacó que las propuestas de su país para reducir los subsidios domésticos en la agricultura serán dolorosas para los agricultores de su país, pidió que se siga trabajando juntos porque "si ahora se fracasa, todos perderemos".
En ese sentido, Mandelson pidió a los demás negociadores que intenten maximizar ese espíritu.
Lamy, por su parte, comparó el proceso negociador con formar el imposible juego del "cubo de Rubik por 150 manos".
"La realidad es que hay seguir una secuencia, y hay dos colores, que corresponden a la agricultura y a las tarifas industriales, a los que hay que poner juntos", dijo Lamy.
Agregó que "los grandes protagonistas están aquí. En agricultura, la UE se tiene que mover en el acceso a los mercados, y Estados Unidos tendría que hacer lo mismo con los subsidios domésticos, mientras que Japón y Suiza tienen que hacer las dos cosas".
El director general de la OMC se refería así a las diferentes ofertas puestas sobre la mesa por las partes en lo referente a la eliminación de los subsidios domésticos y al acceso a los mercados agrícolas, que no satisfacen a ninguno de ellos.
Agregó que con esta ronda se trata de poner en práctica el sistema de comercio mundial que regirá al menos durante los próximos 10 años. EFE
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