
El turismo médico se ha convertido en un buen negocio que lleva a más médicos especialistas a unirse en empresas y atender a los extranjeros que deciden operarse o tratarse aquí.
Recientemente, se conformaron el Consorcio Médico Costa Rica con 22 doctores y el Grupo Médico Safer con 24 profesionales; ambas de capital costarricense.
Además aquí opera desde hace dos años Homewatch CareGivers, una firma estadounidense.
El año pasado, el país recibió a 5.000 turistas médicos, principalmente estadounidenses.
En promedio, cada uno de esos pacientes gastó $10.000 durante su estadía, según las tres firmas consultadas.
Anualmente, el negocio mueve un promedio de $50 millones y además de las tres firmas entrevistadas operan al menos dos más.
Unos 100 doctores conforman empresas de turismo médico.
El procedimiento más común que se hacen aquí los foráneos son las cirugías estéticas. También se efectúan tratamientos dentales, del corazón o contra el cáncer.
Las empresas de turismo médico hacen los trámites para internar a los pacientes en hospitales privados, los remiten a los médicos especialistas, les buscan hospedaje y cuido para su convalecencia.
Más pacientes. La proyección del Consorcio Médico Costa Rica, Grupo Safer y de Homewatch CareGivers es que 40.000 extranjeros demanden servicios de salud en el país para el 2010.
“Es un número ambicioso, pero ante la posibilidad de una recesión en EE. UU. las aseguradoras necesitan bajar costos operativos y a lo mejor con eso el país gana”, opinó el doctor Eloy Mora, director de Grupo Médico Safer.
Hernán Campos, vicepresidente del Consorcio Médico Costa Rica explicó que el cálculo es viable pues en EE. UU. se prevé que 7 millones de personas buscarán atención médica fuera de su país en el 2010.
El país captó un 0,6% (5.000) de los pacientes que salieron de Estados Unidos en el 2007 (750.000).
Actualmente, Tailandia e India son las naciones que más turistas médicos atraen.
Precio. Uno de los factores que más incentiva la llegada de turistas médicos es el precio de las cirugías o tratamientos que atrae principalmente a quienes carecen de seguro social y no pueden pagar los costos de atención en su país de origen.
Por ejemplo, en EE. UU. una histerectomía vale $6.500, y una operación de rodilla $12.000. Aquí el costo de la primera cirugía es de $2.500 y de la segunda $2.000, según Luis Osborne, presidente de Homewatch CareGivers.
Si el interesado viene por una cirugía plástica ahorrará al menos un 40% del costo que tiene en EE. UU. si es cardiovascular gastará un 30% menos.
Campos aseguró que también influye el hecho de que dos hospitales (Cima y la Clínica Bíblica) estén acreditados por la Joint Commission International Accreditation.
Con el documento se iguala la calidad de los servicios dados aquí con los estadounidenses. El hospital La Católica está en proceso de recibir la certificación.
