Una de las plagas más difíciles de erradicar, así como de las más dañinas, es el comején, pero las soluciones existen si el problema se ataca a tiempo.
El comején es un insecto que se alimenta de la celulosa que contienen la madera, el cartón o el papel, y también se le conoce como termitas o polilla.
Rodolfo Serrano, propietario de la empresa Termicontrol, explicó que existen tres tipos de estos insectos y aunque todos dependen de la celulosa, su forma de anidar y trabajar es la que los diferencia.
Los tipos son conocidos como gorgojo o barrenillo, termita de madera seca y la termita subterránea, cada uno con costumbres peculiares.
En la fumigadora Control Técnico de Plagas, explicaron que, a diferencia de una fumigación normal como la que se realiza contra las cucarachas, en el caso del comején es necesario impregnar la madera a fin de garantizar que el trabajo resulte efectivo.
Siempre el primer paso que se debe solicitar a una empresa de control de plagas es pedir un análisis del área afectada por el comején para saber si todavía las piezas de madera son rescatables.
Una de las áreas más invadidas por el comején son las cerchas del techo; en ese caso usted debe saber que el trabajo será bastante laborioso, aunque en una casa de tamaño promedio puede completarse en un solo día.
Paciencia
Serrano explicó que en esas situaciones, preferiblemente deben levantar las láminas de zinc para poder llegar a todos los puntos necesarios.
La aplicación del producto, que técnicamente son piretrinas, se hace con bomba directamente sobre las piezas si se trata de barrenillo, ya que este deja el hueco abierto.
En otros casos más difíciles se deben hacer huecos a la madera con una broca muy fina para luego introducir el termiticida con presión.
Es muy probable que en este proceso haya líquido que se derrame por el cielo raso y que incluso pueda salpicar muebles dentro de la casa, por lo que deben tomarse las previsiones necesarias antes de empezar el trabajo.
Para el caso de la termita subterránea, deben hacerse zanjas de 30 centímetros de profundidad alrededor de la zona donde está la colonia y llenarlas con el antiplagas.
Rodrigo Hernández, propietario de la compañía Control Ecológico de Plagas, en San José, indicó que un control integrado de plagas que trabaje sobre su ciclo de reproducción puede garantizar que el problema no se repetirá.
En su caso, la fumigación se hace una vez y luego se repite a los seis meses, con lo que el comején quedará controlado por décadas, dijo Hernández.
Los muebles de madera también pueden ser presa de las termitas y para ellos el tratamiento es más cuidadoso.
En Control Técnico de Plagas indicaron que la pieza se introduce en una carpa en la que se libera fosfuro de aluminio y se deja allí por 48 horas hasta que el producto las mate.
En edificaciones el tratamiento contra comején se cobra por metro cuadrado de área y los precios oscilan entre ¢700 y ¢1.000.