Washington (AFP). La investigación sobre el gigantesco fraude financiero de Bernard Madoff se ve entorpecida por las fiestas de fin de año, cuando todavía no se han descubierto complicidades, particularmente familiares, de la estafa.
Por otra parte, la Navidad se vio marcada por el suicidio de un inversor francés afectado por el caso, Thierry de la Villehuchet.
Citando fuentes cercanas a la investigación, el Wall Street Journal revela el miércoles que Mark y Andrew Madoff, los dos hijos del hombre de negocios detenido el pasado 11 de setiembre acusado de haber perpetrado un gigantesco fraude piramidal estimado en 50.000 millones de dólares, siguen afirmando que no sabían nada.
Otros miembros de la familia, concretamente el hermano de Bernard Madoff, Peter, y una sobrina casada con un ex empleado de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC), el organismo que controla la bolsa, aseguran también que se enteraron del escándalo por boca del propio financista el día antes de su detención. De hecho, fueron los dos hijos quienes alertaron a la justicia.
Todos estos allegados eran asociados de otra empresa de Bernard Madoff con una plantilla de 120 asalariados, tenía actividades de corretaje y se situaba en el mismo edificio de la 3aª Avenida de Manhattan pero en pisos diferentes.
El liquidador de esta empresa de corretaje, Irving Picard, encargó la venta a la banca Lazard, mientras se han presentado nuevas denuncias ante los tribunales.
La Universidad de Nueva York se querelló la víspera de Navidad contra Ezra Merkin, un inversor a quien había confiado 94 millones de dólares. La Universidad acusa al gestor de no haber verificado suficientemente la fiabilidad de los fondos en los que depositó el dinero.
Según el Wall Street Journal, los jueces instaron a Merkin "a no destruir los documentos relacionados con el caso Madoff", ya que el fondo Ariel, que administraba, quedó muy expuesto al fraude.
El caso Madoff ya ha provocado un drama: el suicidio antes de Navidad del cofundador del administrador de fondos Access Internacional, con 1.300 millones de dólares afectados por la crisis. Thierry de la Villehuchet, 65 años, se abrió las venas en su oficina de Madison Avenue el martes sin dejar una carta.
Por otro lado, el pequeño gabinete que auditaba las cuentas de Madoff está siendo investigado, así como también se indaga sobre la actitud de la SEC, que había sido alertada hace años de posibles irregularidades, prácticamente no había reaccionado y al final había renunciado a abrir un expediente.
Pero, por el momento, el único acusado de este caso que provocó decenas de damnificados, entre bancos, millonarios y asociaciones, es Bernard Madoff, 70 años.
El antiguo presidente del consejo de administración de la bolsa tecnológica Nasdaq, que sigue bajo arresto domiciliario y lleva una brazalete electrónico, es objeto de una querella civil de la SEC y otra criminal del gobierno estadounidense.