
EL CAIRO AfP Las riñas en el seno de la OPEP entre los “duros” y los aliados de los occidentales se han terminado en gran medida desde hace dos años, dado que la doble amenaza de la crisis económica y de las discusiones sobre el clima han obligado a los productores al pragmatismo y a la unidad.
Hace dos años, cuando los precios del petróleo se encontraban en lo más alto, a casi $100 el barril, dos campos se enfrentaban a menudo en el seno de la Organización de países exportadores de petróleo (OPEP), una organización que reúne a 12 países con intereses distintos y a veces rivales.
Por una parte, estaban los países “duros” o “halcones” del cártel, como Irán o Venezuela, Argelia o Libia, que presionaban por decisiones que hiciesen aumentar el precio del petróleo, para obtener el máximo de beneficios. Por otra, estaban los países del Golfo, en torno a Arabia Saudita, primer productor mundial y aliado de Estados Unidos, que querían moderar el alza para satisfacer los intereses de los países consumidores,
Desde entonces, las voces de los “duros” se han calmado bastante y las divergencias de posiciones entre productores parecen casi reducidas a nada.
A menos de tres semanas de la próxima reunión de la OPEP en Luanda (Angola), los ministros del Petróleo estiman sin excepción que hay que dejar las cuotas de la OPEP a su nivel actual (24,84 millones de barriles por día). Irán, Venezuela y Argelia aceptaron este punto de vista. Esta unidad nueva es el resultado del pragmatismo adquirido por los productores como consecuencia de los acontecimientos del 2008: un aumento sin precedente, hasta $147,50 que los productores no lograron controlar, seguido de una vertiginosa caída hasta $32,40 el barril en diciembre pasado.
“Lo que ocurrió obliga a reflexionar. Ya el petróleo a $75 es algo completamente inesperado. Incluso los “halcones estiman que es difícil pedir más”, explicó Francis Perrin, de la revista Gas y Petróleo.
“Los productores tienen todavía mucho miedo de que los precios se desplomen”, estimó Julian Lee, analista del gabinete londinense Centre for Global Energy Studies (CGES). Otra razón de la moderación de los “halcones”: los países que practicaban una retórica de precios altos resultaron los menos eficaces en la aplicación de las medidas de la OPEP para aumentar los precios. En la reunión de Orán (Argelia), la OPEP se comprometió a retirar del mercado una producción de 4,2 millones de barriles por día.