La cofradía del videojuego

Se trata de un terreno fértil y dinámico, con un mercado global en expansión y de alto valor agregado, que involucra una extensa cadena de comercio de bienes y servicios y, por si fuera poco, integra en su proceso de producción distintos talentos: tanto habilidades duras, necesarias para la programación del software , como blandas, orientadas al desarrollo de historias, personajes y bandas sonoras.

Newzoo, firma especializada en inteligencia en el segmento de videojuegos, calculó que en el 2016 la industria movió $100.000 millones en todo el mundo, y cerró el año con un crecimiento interanual del 17%. Los mayores mercados son Asia (47%) y Norteamérica (25%).

Por el contrario, América Latina representa solo 4% en el pastel, aunque su crecimiento es robusto.

El videojuego no es un fenómeno tan reciente, ni ajeno a la generación “setentera”. Soy parte de la camada que vio surgir el Atari 2600, una de las primeras consolas para el hogar, y que presenció con asombro cómo Kevin Flynn (Jeff Bridges) se consumía en las entrañas de una computadora maquiavélica, en la película Tron (1982).

Sin embargo, en ese entonces, la afición por los juegos de video se percibía más como una manera entretenida de pasar el tiempo que como un pasadizo hacia una profesión retadora. Además, era una pasatiempo costoso (cuando el Atari 2600 salió a la venta, en octubre de 1977, su precio era de $200, que hoy equivalen a $830 ) y ni por asomo lo vislumbrábamos como una fuente potencial de ingresos.

Cuarenta años después, lo lúdico se percibe y valora de una manera un poco distinta.

Actualmente, la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) tiene identificadas 18 empresas vinculadas a este sector, en servicios como diseño de juegos, concepto y arte (diseño de personajes y ambientes), modelado, programación, laboratorio de pruebas, efectos especiales y musicalización. Los desarrollos se hacen para plataformas como PC, móvil (iOS, Android), PS Vita y PlayStation 4 y los principales mercados de exportación son Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón.

Para pasar al siguiente nivel, Procomer destaca la necesidad de posicionar a Costa Rica como un jugador atractivo en esta actividad; y claro, yo sumo atender retos internos, como mejorar la velocidad de conexión a Internet sin disparar los costos y avanzar en la protección de propiedad intelectual.