Cartago . La invención de un novedoso procedimiento para la producción de láminas fibroasfálticas tanto para techo como para paredes de viviendas de interés social le permitió al ITCR obtener la primera patente de invención que concede el Registro de Patentes a una universidad.
Los ingenieros del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) que culminaron así su trabajo de cuatro años son Sonia Vargas Calderón, Rolando Fournier Zepeda y Aldo Ramírez Coretti. Laboran en el Centro de Investigación en Vivienda y Construcción del ITCR.
Por limitaciones jurídicas, el Instituto no puede sacar este producto al mercado, pero sí puede venderle o alquilarle la patente a una empresa interesada.
La motivación para realizar esta invención, en palabras de Fournier, es que en los países en desarrollo, como Costa Rica, la disponibilidad de materiales para techos durables y de bajo costo sigue siendo una necesidad básica pero aún no resuelta en forma satisfactoria.
"El techo ha sido -afirmó el investigador- la parte más olvidada en términos de investigación y desarrollo de nuestros países."
Sobre la creación de esta lámina, Fournier dijo que se produjo a base de fibras orgánicas impregnadas a altas temperaturas con asfaltos y recubiertas de pinturas.
"Es completamente impermeable al agua, resistente a los agentes de la intemperie y, en cierta medida, hasta al fuego. Es económica, durable, liviana, de fácil manipulación, instalación y mantenimiento", indicó Fournier.
Agregó que es flexible y sus soportes son económicos; actúa como aislante y tiene un buen comportamiento térmico.
A diferencia de las tecnologías existentes, utiliza materia prima celulósica de desechos de papel y cartón, así como celulosas vírgenes o fibras de desechos de la agricultura, como paja de arroz, bagazo de caña de azúcar y raquis de palma africana.
Además, dijo el investigador, fue construida pensando en que somos un país no sólo de clima tropical, sino además de alto riesgo sísmico, donde es conveniente el uso de láminas para techo livianas.