Los contribuyentes del impuesto sobre la propiedad de vehículos enfrentarán un cambio en el monto de este tributo, el cual sirve como base para el cobro del marchamo. Dicho tributo es el principal componente del marchamo y representa aproximadamente un 58% del valor final del derecho de circulación.
Los nuevos montos con los que se calcula el impuesto fueron publicados en el diario oficial La Gaceta mediante el decreto N° 44867-H, el pasado 28 de enero. Además de los tramos del tributo, que se aplicará en el marchamo 2026, cuyo cobro inicia en noviembre, se actualizaron los montos del impuesto para taxis, autobuses y vehículos de carga pesada.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, explicó que los tramos se actualizaron desde enero con la finalidad de darle certeza a las personas de cuánto van a pagar, para que desde ya puedan saber cuánto va a ser el monto del impuesto a pagar en noviembre próximo, cuando salga al cobro el derecho de circulación.
El ajuste de los tramos se hace con la variación promedio de los precios al consumidor del año anterior y eso permite que desde mediados de enero se tenga el dato. Le da 100% de certeza al contribuyente desde enero de cuánto deben pagar para el próximo año.
De acuerdo con la firma de asesoría tributaria PwC, en el caso de los taxis, autobuses y transporte de carga, el impuesto será de ¢9.200, equivalente al 2% de un salario base, por lo que se mantiene sin cambios respecto al año anterior.
El cálculo del impuesto se basa en el valor fiscal del vehículo, el cual varía anualmente según la depreciación del automotor. Para el marchamo 2026, Hacienda estableció una tarifa mínima de ¢23.100 para los vehículos con un valor fiscal de hasta ¢220.000, manteniéndola igual a la del 2025. Esto es equivalente a un 5% del salario base.
LEA MÁS: Licitación del marchamo digital sufre nuevo traspié
A partir de ese monto, la tarifa se ajusta según distintos rangos. Por ejemplo, un automóvil con un valor fiscal de ¢4 millones en 2025 pagará la tarifa mínima y, sobre el exceso de ¢220.000 hasta ¢3.020.000, se aplicará un 0,60%. Para el tramo entre ¢3.020.000 y ¢4.000.000, el porcentaje será del 1,8%.
Así, para el marchamo 2026 ese automóvil de ¢4 millones deberá pagar ¢23.100 como base. Sobre la diferencia entre ¢220.000 y ¢3.010.000 (¢2.790.000), se aplicará un 0,60%, equivalente a ¢16.740. En el tramo entre ¢3.010.000 y ¢4.000.000 (¢980.000), se cobrará un 1,8%, es decir, ¢17.820. En total, el impuesto sobre la propiedad será de ¢57.660.
Silvia González, socia de Impuestos y Legal en Grant Thornton, indicó que este ajuste no necesariamente implicará un aumento para los vehículos, debido a que el valor fiscal de los vehículos de hasta 15 años de antigüedad se actualiza anualmente a la baja. Según Rudolf Lücke, viceministro de Hacienda, los autos más antiguos a ese valor seguirán pagando el mismo monto, y su tributo no se calcula con los tramos que emitió la cartera.
Nueva metodología
En 2023, la Asamblea Legislativa aprobó una reforma en la metodología de cálculo del impuesto sobre la propiedad de vehículos, estableciendo una tabla de depreciación fija para automóviles con un máximo de 15 años de antigüedad. En el caso de las motocicletas, el período es de 10 años. Este cambio afecta el valor fiscal utilizado para determinar el tributo a pagar.
González señaló que, al aplicarse la depreciación durante 15 años, el valor fiscal de los vehículos se modifica anualmente dentro de ese plazo. Por ello, aunque los tramos impositivos varíen, esto no necesariamente implicará un incremento directo en el costo del impuesto, porque la base sobre la que se calcula es menor.
Los nuevos rangos del impuesto se ajustan con base en un índice que utiliza la variación interanual del promedio anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Para este año, Hacienda tomó en cuenta la variación de -0,41% interanual, calculada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Antes de la reforma de 2023, Tributación utilizaba una fórmula en la que el valor fiscal de cada vehículo se actualizaba conforme al modelo más reciente de su categoría que ingresara al país cada año. Este sistema ocasionaba que algunos vehículos incrementaran su valor ante el fisco a pesar de su antigüedad.
Con la nueva metodología, el valor del vehículo se determina aplicando la tabla de depreciación. Si el automotor es nuevo, se toma el valor registrado en aduanas. Si es usado, se utiliza el menor valor entre el contrato de compraventa consignado en escritura pública y la lista emitida anualmente por el Poder Ejecutivo para cada marca, modelo y estilo.
El decreto también establece los valores de referencia para el cálculo del impuesto sobre la propiedad de motocicletas, que cuentan con una tarifa diferenciada según su valor fiscal.
Además del impuesto sobre la propiedad vehicular, el costo del marchamo incluye el Seguro Obligatorio de Automóviles (SOA), tasas destinadas al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) y municipalidades, así como timbres. Asimismo, los propietarios con infracciones de tránsito pendientes deberán saldarse al momento de pagar el derecho de circulación.

