Se trata previsiblemente de la última inyección de capital que el gobierno holandés aporta a ambos bancos estatales.
En junio Bos había anunciado una ayuda de 2.500 millones de euros (3.715 millones de dólares) para asegurar la existencia independiente de ambas entidades financieras. El Estado holandés adquirió participaciones de ambas en 2008, cuando la entidad matriz, Fortis, estaba al borde de la quiebra a causa de la crisis financiera.
El gobierno holandés compró participaciones de ABN Amro y Fortis por valor de 16.800 millones de euros (24.970 millones de dólares) a la matriz, que en consecuencia quedó desmembrada.