Río de Janeiro, 9 jun (EFE).- Los precios del petróleo pueden volver a caer a corto plazo, pero continuarán volátiles y el mundo debe aprender a manejar ese riesgo, destacó un estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) difundido hoy en Brasil.
"El balance de las evidencias muestra que los precios caerán por debajo de 30 dólares por barril", explicó durante un foro en Río de Janeiro Lamon Rutten, jefe de Finanzas y Energía de la UNCTAD.
Los precios a futuro negociados en el mercado de valores de Nueva York reflejan la cautela, pero todavía se mantienen por debajo de 29 dólares por barril para los próximos seis años, destacó.
Rutten advirtió de que pronosticar escenarios del crudo "es más difícil que predecir el clima".
Por eso -dijo- para los agentes del mercado la clave es entender el riesgo al que se está expuesto y saber hasta cuándo se puede enfrentar variaciones fuertes y aprender a adaptarse a ellas.
Rutten participó en un foro sobre la industria del petróleo y del gas, un evento previo a la XI reunión de la UNCTAD, que comenzará el lunes en Sao Paulo.
Los actuales precios del petróleo, que han superado picos históricos de 40 dólares por barril, llevan intrínseca una "prima por terror" que equivale a entre cinco y ocho dólares.
Esa prima de riesgo está asociada a las amenazas terroristas internacionales y al grave cuadro en Irak, uno de los principales productores tradicionales.
"Esa prima puede desaparecer de un día para otro, pero los análisis a largo plazo indican que el mercado va a permanecer volátil", destacó Rutten.
Un escenario de equilibrio de los precios sólo es previsible en el largo plazo, mientras los compradores seguirán expuestos a picos de precios altos y los vendedores a fuertes y súbitas caídas.
"Con los fondos de inversión moviendo el mercado al alza o a la baja de acuerdo con sus apreciaciones, la volatilidad va a permanecer como el mayor problema", destacó.
Rutten explicó que si los precios permanecen en el nivel actual "por tres meses o más" pueden tener un fuerte impacto sobre la economía mundial.
Este impacto sería dos veces más fuerte sobre países en desarrollo, que tienen menos condiciones de soportar los choques de precios.
Los compradores de crudo sufren alzas en las cotizaciones de sus monedas, restricciones presupuestarias y nuevos problemas de pago de deuda externa. Los aumentos de los costos de transporte y energía afectan a los segmentos más pobres de la población.
Para los exportadores, la volatilidad afecta sus estimaciones de presupuestos de ingresos y además golpean sus principales mercados de exportación para productos distintos al crudo, destacó el estudio de Rutten.
Muchos agentes económicos en el mundo se preguntan si en efecto acabó la era del petróleo barato, considerando el sostenido incremento de la demanda mundial sobre un recurso limitado cuyas reservas probadas tienen hoy una duración de 40 años.
Pero a largo plazo hay una tendencia al equilibrio y el aumento de la demanda entre fuertes consumidores como China y otros países asiáticos determinantes en el mercado tiende a ser compensada por la producción creciente.
Por el lado de la oferta, nuevas tecnologías permiten hoy en día extraer petróleo desde profundidades mayores a 2.200 metros, "algo impensable" hace pocos años, declaró Rutten.
Los costos de producción de países fuera de la OPEP han sido reducidos desde 22 dólares por barril en 1981 a seis dólares por barril en 2001, indica el estudio de la UNCTAD. EFE
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