En la contabilidad de entrada de divisas todavía se siente el impacto de la crisis financiera global del 2008 y, más recientemente, de la que afecta a la Unión Europea.
Aunque vienen más extranjeros a pasear, visitar familiares o a hacer negocios, su gasto no es el mismo al de hace cinco años. Ahora son más cautelosos con su dinero.
Antes de la crisis de EE. UU., los foráneos gastaban $94 más que el año pasado (9%).
En el 2008, los 2,1 millones de visitantes desembolsaron un promedio de $1.041 durante 11 días de estadía media; dejaron al país un total de $2.100 millones.
El año pasado, el número de extranjeros subió a 2,3 millones, pero el consumo promedio en 11 días bajó a $947. Las divisas totales sumaron $2.200 millones.
Si la media de gasto por persona para 2012 se hubiese mantenido en $1.041 -como en 2008- el año anterior la entrada de divisas habría sido de unos $2.400 millones.
Es decir, habría superado en $200 millones el monto que finalmente fue percibido.
Los dólares que cada año gastan los turistas son importantes para la economía: significan el 5% del Producto Interno Bruto.
La información procede de un estudio hecho por La Nación con base en cifras del Banco Central (BCCR), el Instituto Nacional de Turismo (ICT) y la Dirección General de Migración.
El gasto medio por persona (GMP) se consigue al dividir el monto total de divisas calculado por el Banco Central entre el total de llegadas de extranjeros.
Esa estimación pondera los desembolsos de los turistas que ingresan tanto por vía terrestre como aérea; por avión vienen el 70% de los foráneos.
Liberia. Los visitantes que llegan por el aeropuerto de Liberia, Guanacaste, son quienes desembolsan ahora menos dólares. Su consumo pasó de $1.700 en el 2008 a $1.078 en el 2012 en una estadía promedio de poco más de una semana. A Liberia arriban, primordialmente, pasajeros de EE. UU. y Canadá (94% del total).
En cambio, la media de gasto de los viajeros del Juan Santamaría se mantiene en el rango de los $1.300.
El ICT, por medio de encuestas a viajeros, es el encargado de determinar ese egreso medio por turista según su vía de entrada al país.
En el aeropuerto Daniel Oduber, en Liberia, se efectúan 1.500 entrevistas por semestre y una cantidad igual, pero por mes, en el Juan Santamaría. La información recopilada sirve de base para estimaciones de divisas del Banco Central.
Razones. La contracción del gasto es consecuencia de las crisis económicas y no solo pasa en la industria turística local, advierte Isabel Vargas, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).
Vargas dice que, como empresaria, ha vivido ese impacto: ahora los visitantes cuidan más la plata.
“ Antes de decidirse por un tour valoran su precio, también el de los hoteles y hasta el de la comida. Creo que ese promedio de $947 por estadía se mantendrá. Por eso hay que seguir atrayendo más extranjeros para tratar de compensar con volumen la baja en el consumo de servicios”, asegura Vargas.
Precisamente, desde junio del 2010, el ingreso de visitantes ha tenido un alza semestral sostenida de entre 3% y 9%, que ayuda a mantener a flote las divisas.
Para Allan Flores, ministro de Turismo, ese crecimiento hace que el país esté mejor que otros: “históricamente estamos por arriba de la tasa mundial de entre 3% y 4%”.
El incremento en la visitación la lideran también los turistas que proceden de EE. UU. y Canadá.
Solo en 2012 entraron 863.000 estadounidenses por vía aérea; 91.000 más respecto del 2008. De Canadá volaron 35.000 más; superando los 100.000 que llegaron 4 años atrás.
El revés europeo. Sin embargo, el remezón económico español hizo que en 5 años el número de pasajeros desde allí bajara en 10.000.
En 2012, 40.000 españoles volaron aquí; en 2008, fueron 50.000.
En el aeropuerto Juan Santamaría se palpa claramente esa realidad: de enero a setiembre, el vuelo diario de Iberia desde Madrid viene con un 6% menos de pasajeros, dijo Rafael Mencia, director de Aeris, operador de esa terminal.
Después de las naciones de Norteamérica, España es el cuarto mercado aéreo de relevancia del país (3% del total).
De Europa también vienen en menos cantidad los británicos. El año pasado ingresaron 24.000; 9.000 menos que en 2008.
Pese a los aprietos actuales, medio millón de personas laboran en turismo y el sector no deja de invertir, afirma Vargas.
“ Los indicadores no son plenos, ni gustosos. Hay que tomar la realidad como una oportunidad para diferenciar más la oferta y ser más competitivos; pellizcarnos para estar mejor ”, concluye.