El avance del comercio ilícito y de otras actividades vinculadas al crimen organizado provocó que Costa Rica empeorara en el Índice Mundial de Crimen Organizado, elaborado por Global Initiative Against Transnational Organized Crime. El país pasó de ocupar el puesto 72 en 2023 a situarse en la posición 58, entre 193 naciones evaluadas, en 2025.
Según un comunicado de prensa emitido por la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), el informe bianual señala que “el comercio de productos falsificados está creciendo rápidamente” en el país, entre ellos destacan fertilizantes, calzado, artículos de higiene y ropa que imitan reconocidas marcas.
“Este fenómeno, que ha ganado aceptación social, representaría alrededor del 2% del PIB”, añade el comunicado de prensa.
El informe de Global Initiative Against Transnational Organized Crime añade que los productos farmacéuticos falsificados dominan el mercado ilícito y que el comercio ilícito de alcohol y cigarrillos es un “mercado floreciente”.
Los cigarrillos de contrabando, provenientes principalmente de Panamá, Paraguay y China, representarían casi la mitad del consumo total en el país, ocasionando importantes pérdidas fiscales y “consolidando una práctica ampliamente aceptada entre los consumidores”.
En el nuevo reporte, el país obtuvo una puntuación de 5,90 puntos que lo ubicó en el puesto 58. La calificación va en una 1 a 10, en la que 1 es la menor puntuación en actividades vinculadas con el crimen organizado y comercio ilícito; mientras que 10 es la peor calificación.
Birmania es el país con la puntuación más elevada, con un 8,08 y que lo ubicó en el primer puesto del ranking. En el segundo puesto está Colombia, con un 7,82; México en el tercer lugar, con 7,68 puntos; mientras que Ecuador y Paraguay comparten el cuarto puesto, con un 7,48.
El documento también expone la articulación del contrabando con esquemas de lavado de dinero, señalando el uso de negocios como bares, restaurantes y llanteras para blanquear recursos del narcotráfico. Asimismo, sectores como la construcción, el inmobiliario y la hostelería figuran son utilizados “recurrentemente” para estas actividades,
Para el Observatorio de Comercio Ilícito (OBCI) de la Cámara de Comercio, estos resultados confirman la necesidad de ampliar la forma en que Costa Rica enfrenta el crimen organizado.
“Durante años se ha asociado el crimen organizado casi exclusivamente al narcotráfico o al sicariato, pero hoy es evidente que también se manifiesta en prácticas cotidianas como la compra de productos falsificados o de contrabando, que muchos perciben erróneamente como inofensivos”, señaló Ricardo Carvajal, director del OBCI.
Carvajal agregó que mientras el comercio ilícito siga siendo visto como algo normal y no sea abordado como corresponde, el crimen organizado continuará encontrando espacios para expandirse y consolidarse en el país.
