La eliminación o reducción de aranceles para exportar al mercado panameño, mediante el Tratado de Libre Comercio (TLC), será una gran ayuda para paliar la crisis en el 2009, pues abre grandes oportunidades, según los empresarios costarricenses.
Prácticamente todos los sectores tienen oportunidades en ese mercado, coincidieron en declaraciones por separado los representantes de varias cámaras.
El Tratado con Panamá entró en vigencia el 23 de noviembre, pero a medias, porque la parte de desgravación de aranceles y las reglas de origen regirán a partir del 1.° de enero.
Un resumen preparado por la Dirección de Aplicación de Acuerdos Comerciales Internacionales (Daaci), del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), detalló que los cereales y snacks , chicles, pastas alimenticias, jaleas y mermeladas, muebles de metal, madera y plástico, y las semillas preparadas (maní, marañón y otros) pasarán de pagar un arancel del 15% a tener libre comercio inmediato.
Las láminas de techo y varillas de construcción deben pagar actualmente un 10% sobre su valor como impuesto de entrada (arancel) y con el TLC entrarán de inmediato sin pagar tributos.
Los artículos de cuero y la joyería pasarán de pagar entre 10% y 15% de arancel en Panamá a cero arancel con la vigencia del TLC.
Otros productos muy importantes para las exportaciones nacionales, entre ellos pan congelado, leche fluida, carne bovina y de pollo, entran en períodos de desgravación, con plazos de entre tres y 12 años para la eliminación de los impuestos.
Para todos. Panamá es considerado por los empresarios costarricenses como una extensión del mercado local, donde las características del consumidor y los productos que demanda son parecidos.
La cercanía es otro de los factores que contribuye para que las expectativas crezcan mucho.
Los sectores empresariales coincidieron también en que esas características del mercado hacen que el TLC con Panamá, a diferencia de otros, sea de capital importancia para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), aseguró que Panamá puede convertirse en un mercado estrella, con un notable crecimiento a partir del próximo año, en momentos en que se están dando problemas en las economías a escala internacional.
Mario Montero, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), recordó que para ese sector hay un balance muy positivo en la negociación con los panameños.
Explicó que abre grandes posibilidades, pero que los empresarios deben ser creativos al ir a buscarlas y explotarlas.
“Panamá no es la salvación frente a la crisis, pero es una muy buena alternativa que permite contar con mucho más opciones”, consideró el dirigente de Cacia.
Muchas empresas del sector de alimentos están presentes con éxito en ese mercado, pese a pagar impuestos actualmente, en especial de las áreas de pan, snacks , jales y mermeladas, y jugos.
“Panamá tiene la ventaja del proceso de construcción en el canal, que implica gran actividad económica y la demanda de materias primas y alimentos”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), Sergio Navas. Además, se pretende suplir la demanda de buques y cruceros.