Abrir las puertas del hogar a un trabajador puede significar un reto para una persona que quiera contratar a una empleada doméstica.
Sin embargo, asesorarse y tener claras las funciones que va a realizar el trabajador y los requisitos que debe cumplir para obtener el empleo, son algunas de las claves para garantizar que la contratación sea exitosa.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, una trabajadora doméstica es una persona que brinda asistencia a una familia de forma remunerada, en tareas como limpieza, cocina, lavado y demás labores del hogar. También se puede encargar del cuido de niños o adultos mayores, previo acuerdo entre las partes.
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Las labores domésticas incluyen todas aquellas actividades propias del hogar como lavar, planchar y cocinar. También es frecuente contratar empleadas domésticas para cuidar niños o adultos mayores; sin embargo, en estos casos el acuerdo debe ser mutuo entre el empleado y el patrono. | ARCHIVO. (CARLOS GONZALEZ CARBALLO)
Es una ocupación en movimiento: apenas en octubre del 2013 se aprobó el Convenio sobre Trabajo decente para las trabajadoras domésticas, que les certificó derechos como el descanso de 24 horas semanal y el contrato escrito. Pero faltan datos sobre su tamaño. La Asociación de Trabajadoras Domésticas (Astrodomes) mencionó que no hay datos exactos de cuántas trabajadoras de este tipo hay en el país. Según el Censo de 2011, 15.514 mujeres realizaban trabajo doméstico fuera de su hogar; sin embargo, otras estimaciones elevan la cifra a unas 120.000.
“Es muy delicado recomendar a alguien para que vaya a trabajar a una casa”, explicó Vilma Quirós, propietaria de la agencia de empleo La Guadalupana.
Por ello, Quirós recomienda asegurarse de quién es la persona antes de contratarla. La agencia solicita a las mujeres cartas de recomendación, hoja de delincuencia y permiso de trabajo o cédula de residencia, en caso de ser extranjeras.
Otro de los consejos es tener claras las labores que deben ejecutar las empleadas, como cocinar, cuidar niños, adultos mayores o hasta dar de comer a mascotas.
“Cuando las muchachas vienen a dejar el currículo les preguntamos si les gustan los niños, adultos mayores, animales, si podrían lavar a mano”, explicó María del Carmen Cruz, promotora laboral de la Astradomes.
En la entrevista es necesario explicar con claridad las tareas a realizar y los horarios. Esto debe ser acordado mutuamente por ambas partes.
Una vez que la persona es contratada, el diálogo es muy importante. “A veces por una queja de la patrona, la muchacha se enoja y se va. Entonces yo les digo a las muchachas que tienen que hablar con ellas, igual le digo al patrono”, explicó Quirós.
Dónde buscar. Preguntar a un conocido si sabe de alguna empleada doméstica es una de las formas comunes para conseguirla.
No obstante, existen asociaciones y reclutadoras de empleo que pueden facilitarle el proceso.
Astradomes, por ejemplo, tiene una bolsa de empleo, que pone en contacto trabajadoras con empleadores. La agencia de empleo La Guadalupana brinda el mismo servicio.