Miembros de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) discutieron el eventual impacto que tendrían las tasas de interés en colones la reducción de los ingresos del Gobierno como porcentaje del producto interno bruto (PIB).
En la sesión 6235-2025 de la Junta Directiva, celebrada el 28 de enero de 2025, el órgano discutió los principales resultados económicos del país, incluidos los datos fiscales del Gobierno Central. En el análisis se abordaron los ingresos totales y tributarios, es decir, aquellos provenientes de la recaudación de impuestos. Durante la discusión, el directivo Max Soto Jiménez destacó la reducción de los ingresos en comparación con años anteriores.
Róger Madrigal, presidente del BCCR, indicó que la presión fiscal puede influir en las tasas de interés que el Banco define, o sea, la tasa de política monetaria (TPM). Sin embargo, aclaró que este efecto se manifiesta a largo plazo. Durante la discusión, Madrigal también llamó la atención de no profundizar mucho en el tema, sino de hacer una breve mención en el Informe de Política Monetaria de enero.
Si el Ministerio de Hacienda aumenta sus tasas de interés para atraer inversionistas, esto podría generar presión al alza sobre la TPM, ya que ambas entidades compiten por los mismos recursos en el mercado. Si el ente emisor eleva su tasa de política monetaria, la acción provocaría un alza en las tasas de los préstamos y de captación en colones de los bancos, cooperativas, financieras y mutuales.
“Definitivamente, la presión fiscal se convierte luego en presión de tasas de interés, entonces ahí sí, pero es más un efecto de largo plazo. Creo que sí vale la pena poner el párrafo muy moderado, porque tampoco quiero que se vea tendencioso, como que estamos diciendo que alguien debe pagar más impuestos. Creo que, como lo ha dicho Alonso (economista en jefe del BCCR) repetidamente, es una situación que todavía está abierta en Costa Rica y lo dejamos ahí. ¿Les parece?"
— Róger Madrigal, presidente del BCCR.
Por su parte, Silvia Charpentier, directiva de la junta, señaló la importancia para futuros informes de entender las tendencias y resultados fiscales hacendarios en la política monetaria que define el Central.
Según el último informe de cifras fiscales de Hacienda, los ingresos totales del Gobierno de enero a noviembre pasaron de representar el 13,59% del PIB en 2023 al 13,43% en 2024. En tanto, los ingresos tributarios cayeron de 12,13% a 11,87% en el mismo periodo. Durante la sesión, se discutió que una desaceleración prolongada de los ingresos tributarios podría llevar al Gobierno a incrementar su endeudamiento.
LEA MÁS: ¿Por qué los bancos privados ajustan en mayor magnitud las tasas de créditos en colones?
Juan Robalino, directivo del Banco Central, afirmó a La Nación que la discusión en la junta directiva no responde a una preocupación inmediata por los resultados fiscales actuales, sino a un indicador que monitorean constantemente al definir la política monetaria, debido a su impacto en las tasas de interés.
En la sesión de la junta, Madrigal señaló que la relación entre los ingresos totales y tributarios como porcentaje del PIB no ha aumentado debido a que una parte creciente de la economía no paga impuesto sobre la renta, uno de los tributos cuya recaudación más se debilitó en 2023. Explicó que el régimen especial (zona franca) creció a mayor ritmo el último año y, si la economía se expande a un mayor ritmo que la recaudación, los ingresos como porcentaje de la producción tienden a disminuir.
Sin embargo, Robalino cuestionó esta explicación, pues el régimen definitivo, que sí tributa, registró un crecimiento en los últimos meses.
Daniel Ortiz, economista de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), advirtió que una eventual caída en los ingresos tributarios podría llevar al Ministerio de Hacienda a elevar las tasas de interés para atraer inversionistas. Agregó que, debido a la limitada disponibilidad de recursos en el mercado financiero, el Banco Central también podría verse obligado a subir sus tasas para que sus colocaciones y las del sistema financiero compitan con las de Hacienda.
“Parece que no, pero si los ingresos caen y empieza a aumentar el déficit fiscal, va a aumentar la deuda y puede afectar las tasas de interés y eso afecta los mecanismos de transmisión también”, dijo Robalino en la discusión en la sesión de la junta directiva.
Al mes de noviembre, el Gobierno mantenía un superávit primario positivo, lo que significa que, al descontar los gastos sin incluir el pago de intereses, los ingresos superaban las erogaciones. No obstante, este superávit fue menor al registrado en el mismo periodo de 2023, por lo que el resultado es menos favorable.

