La multinacional Coca-Cola comprometió la semana pasada casi $200 millones para unirse a su principal rival en Perú, Inca Kola, poniendo fin a la lucha entre el gigante estadounidense y la orgullosa bebida nacional del país andino.
Coca-Cola, la mayor firma de refrescos del mundo, acordó comprar la mitad de Inca Kola Perú, cuya bebida de color lima se convirtió en un símbolo nacional al mantener durante años un mayor porcentaje del mercado que su principal competidor, la multinacional estadounidense.
"Juntos vamos a fortalecer a Inca Kola en Perú y ampliarla al mercado internacional", dijo Timothy J. Haas, jefe de la división latinoamericana de Coca-Cola, a la prensa en Lima.
Coca-Cola domina todos los mercados en Latinoamérica, excepto Perú, donde Inca Kola es el líder y la única marca local en la región que ha resistido al gigante con sede en Atlanta.
Tras dos años de negociaciones, el acuerdo final, por valor de $200 millones, incluye la compra de una parte de la firma peruana así como futuras inversiones, dijo una fuente financiera en Lima y un banco inversor de Estados Unidos.
Una tajada
El acuerdo le permite a Coca-Cola una tajada del 20 por ciento en el grupo peruano JR Lindley Corp y un 50 por ciento en la unidad Inca Kola, según las compañías.
Los peruanos están muy orgullosos de su refresco, que es visto como un ejemplo de resistencia empresarial ante el gigante del norte.
La compra mereció declaraciones cautelosas de parte del presidente Alberto Fujimori.
"Me daría pena que Inca Kola perdiera el control por más que quiera introducirse en el mercado internacional", dijo el mandatario tras el anuncio del acuerdo.
En la bolsa de Lima se produjo un intenso intercambio de 900.000 acciones del grupo Lindley, que cerraron con un aumento del 6,06 a 1,05 soles tras la noticia del acuerdo con Coca-Cola.
En un país aquejado por una profunda brecha entre ricos y pobres, el refresco dorado es tanto disfrutado por un campesino que lo toma en botella en el campo o un banquero que lo toma en vaso de cristal en uno de los refinados restaurantes limeños.
Coca-Cola, que prometió una "inversión sustancial", dijo que ahora espera que Inca Kola pueda triunfar en el extranjero y expandirse aun más en su país de origen.
La multinacional estadounidense se encargará de las operaciones internacionales mientras que Coca-Cola Perú mantendrá una asociación igualitaria con la firma local, dijeron funcionarios de la compañía.
Pese a su resistencia en el mercado, la batalla para contener a Coca-Cola afectó a los beneficios de Lindley, dificultó su crecimiento y obligó a la firma a aceptar una asociación que multiplique la reducida presencia exterior de esa bebida.
Lindley, una firma familiar, pese a una mejora en las ventas, perdió en los primeros 11 meses de 1998 la suma de $9,6 millones, según la bolsa de Lima.