Bruselas, 26 feb (EFE).- El volumen y la distribución del negocio del grupo franco-belga Suez y de Gas de France (GdF) apuntan a que su fusión tendrá dimensión comunitaria y deberá por tanto obtener la autorización de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes.
El reglamento de concentraciones atribuye a la Comisión Europea (CE) el examen de una operación si el volumen de negocios de las empresas implicadas supera los 5.000 millones de euros en el mundo o los 250 millones en la UE, como sucede en esta ocasión -Suez facturó 40.739 millones en 2004 y GdF, 18.129 millones-.
La única excepción se da cuando las dos empresas concentran más de dos tercios de su facturación europea en un mismo Estado miembro.
A la espera de contar con datos precisos, éste no parece ser el caso, ya que, aunque el grueso del negocio de GdF está en Francia, Suez lo divide a partes similares en este país (23% de su facturación mundial) y en Bélgica (26%), donde posee al primer operador eléctrico, Electrabel, y a otros menores como Distrigas, señaló a EFE Guy Dellicour, portavoz del grupo en Bruselas.
"La operación debe ser dirigida a las autoridades europeas", apuntó por su parte un portavoz del primer ministro belga, Guy Verhofstatd, que no excluyó, no obstante, que los reguladores belgas de Competencia y del sector energético también deban pronunciarse.
El impacto de la fusión en Bélgica es especialmente significativo ya que si Suez posee al primer productor y distribuidor -Electrabel-, GdF tiene intereses en el segundo productor, SPE, y en los distribuidores de gas y electricidad ALG Negoce y Luminus.
Por ello, la organización belga de defensa del consumidor Test-Achat advirtió hoy de que la fusión dará lugar a una situación de "monopolio" en el sector energético belga y pidió el veto de las autoridades de competencia.
Por su parte, el portavoz de Competencia de CE, Jonathan Todd, declinó pronunciarse sobre qué instancia deberá examinar la operación, dado que "corresponde a las empresas implicadas verificar si deben notificarla a nosotros o a las autoridades francesas".
"Si nos corresponde a nosotros, como en toda fusión, vamos a examinar si se produce o no un impacto negativo en la competencia efectiva", añadió el portavoz. EFE
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