Caracas, 2 abr (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, reiteró hoy la necesidad de profundizar la lucha contra la tierra ociosa en Venezuela, que calificó como una de las tareas pendientes para lograr la verdadera "independencia" del país.
"Arreciemos la batalla contra el latifundio", exhortó Chávez a los gobernadores y alcaldes del país, argumentando que si no se acaba con la tierra ociosa "es inviable el desarrollo" del país.
En su dominical programa de radio y televisión "Aló Presidente", destacó como un "ejemplo" positivo en la guerra al latifundio el acuerdo firmado el pasado 22 de marzo entre el Gobierno y una filial del grupo británico Vestey, que permitió al Estado recuperar unas 55.950 hectáreas de tierras.
"El Gobierno tiene la firme e inquebrantable voluntad de reconocer a los dueños, de reconocer la propiedad privada" siempre que la misma sea demostrada legalmente, añadió el jefe del Estado.
Chávez transmitió su programa desde una finca de 43.000 hectáreas donadas al Estado por la empresa Agroflora, filial de Vestey Group Limited, en el estado suroccidental de Apure, donde se ha puesto en marcha un "modelo" de explotación agropecuaria de cooperativas campesinas avaladas por el Gobierno.
El acuerdo firmado entre Agroflora y el Instituto Nacional de Tierras (INTI) contempló la donación de la finca, valorada en 4,7 millones de dólares, y la indemnización de 4,1 millones de dólares por la expropiación de una finca de 12.950 hectáreas en el céntrico estado Cojedes.
Chávez insistió en que su Gobierno recuperará las tierras cuyos títulos no estén claros, y que acometerá "expropiaciones civilizadas" en caso de que la propiedad privada sea demostrada pero el terreno esté ocioso.
El Estado "expropia" parte del latifundio para "repartirlo" entre campesinos pobres, mientras que el propietario "se queda con una cantidad razonable" de las tierras y el Gobierno puede "ayudarlo con créditos y proyectos agropecuarios", precisó Chávez.
Según datos oficiales, el INTI ha recuperado 3,4 millones de hectáreas, de la meta de 4,9 millones de hectáreas, de terrenos "ociosos" para repartirlo entre campesinos y crear centros de investigación genética para mejorar cultivos y hatos ganaderos.
Chávez declaró en enero del 2004 la "guerra a muerte contra el latifundio", y exigió a los gobernadores y alcaldes del país identificar los terrenos ociosos para ponerlos a producir.
Las intervenciones han sido rechazadas por muchos afectados, que aseguran tanto la propiedad de las tierras como su productividad, y por los gremios empresarial y ganadero, que han calificado la medida gubernamental de "ilegal e inconstitucional".
La Ley de Tierras define como latifundio los terrenos improductivos de más de 5.000 hectáreas de extensión.
El artículo 115 de la Constitución garantiza el derecho a la propiedad y ampara las figuras de intervención y expropiación "por causa de utilidad pública o interés social mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización". EFE
gf/svo/hma