Porto Alegre (Brasil), 26 ene (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, advirtió hoy que su gobierno no tiene previsión de cuando acabará un control de cambios introducido en su país, en medio de la drástica caída de la producción petrolera que ha acelerado una crisis económica sin precedentes.
"Lo acabamos de implementar, no sabemos hasta cuando lo tendremos que mantener", dijo el presidente venezolano a su llegada a la ciudad brasileña de Porto Alegre, donde se lleva a cabo el Foro Mundial Social.
"A las reservas (internacionales) le han dado muy duro en estos últimos tiempos", dijo al justificar la restricción de venta de divisas en la tercera economía de Sudamérica.
El control de cambios, todavía en diseño tras el cierre el martes y por cinco días del mercado cambiario, es el colofón de una serie de medidas económicas tomadas por su gobierno para contrarrestar los efectos de un "paro cívico" que realiza la oposición desde hace casi dos meses.
El paro llegó a paralizar la estratégica industria petrolera venezolana y ha disminuido drásticamente el suministro del quinto exportador mundial de petróleo.
Chávez dijo que la producción ahora está en 1.320.000 barriles de petróleo por día (bpd), según las últimas cifras revisadas el sábado por la noche. "De aquí a un mes estará en 2.700.000 millones de bpd", aseguró.
La cifra contrasta con la aportada a periodistas, también hoy en Porto Alegre, por el ministro de Energía y Minas de Venezuela, Rafael Ramírez, quien aseguró que su país está produciendo 1.700.000 bpd y mantiene la meta de "para febrero tener la situación de la industria absolutamente normalizada".
Chávez llegó a Porto Alegre invitado por ATTAC, una ONG francesa impulsora del Foro Social Mundial desde su creación para combatir la globalización y el neoliberalismo.
"Este es el evento político mas importante del mundo. Aquí le estamos dando forma a la batalla contra el neoliberalismo, que es la misma que se está librando en Venezuela", dijo Chávez.
Chávez ha buscado apoyo internacional para su gobierno, mientras está acosado por una activa oposición que ha salido a las calles para pedirle su renuncia inmediata y que convoque nuevas elecciones.
El gobernante calificó una vez más a esta oposición como "terrorista, golpista y fascista".
Dijo no entender por qué si esa oposición tiene tanta fuerza no espera hasta el 19 de agosto, cuando se cumple la mitad de su mandato y puede constitucionalmente ser convocado un referendo para revocar su mandato.
"Posiblemente (la de Venezuela) sea la única constitución en el mundo que prevé esa figura", introducida por él mismo, afirmó.
Esta mañana terminó en las calles de Caracas una manifestación pacífica de 24 horas convocada por la oposición, la cual dijo reunir a dos millones de personas en contra de Chávez.
"Me parece muy bien que lo hagan, ellos pueden protestar", dijo Chávez respecto a la manifestación.
"Todo el mundo tiene derecho a protestar siempre y cuando sea de forma pacifica, siempre y cuando no quemen las calles, siempre y cuando no aliente el golpismo, el terrorismo", agregó.
La oposición acusa al ex teniente coronel golpista de encabezar un gobierno "intolerante, personalista, incompetente y corrupto", y de haber llevado a la que fuera una de las democracias más estables de América a una constante zozobra y confrontación social. EFE
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