Dicen que nadie mueve a las águilas de su nido, y de ello están seguros en Florida Ice & Farm, el único fabricante de cerveza en Costa Rica, pero con participación en algunos otros mercados centroamericanos.
Por eso, aunque saben que la competencia por el mercado cervecero de la región lleva un incesante ritmo de crecimiento, la empresa costarricense apuesta al carácter localista que distingue al consumo de ese tipo de bebida en cada país.
Carlos Francisco Echeverría, director de Relaciones Corporativas de Florida, explicó que la compañía nunca ha descartado que puedan ingresar al mercado nuevos productos, pero considera que sería demasiado difícil desplazar el posicionamiento que se han ganado las marcas locales como Imperial, la del águila.
Posiblemente por ese motivo es que las grandes firmas cerveceras que han llegado al istmo en el último lustro han adquirido fábricas establecidas, tal como lo hizo South African Breweries (SAB) al asumir el negocio cervecero en Honduras y El Salvador tras una millonaria y lenta negociación en la que también resultó una sociedad con los cuzcatlecos de Agrisal.
Tampoco fue diferente la estrategia de los holandeses de Heineken cuando en Costa Rica le pagaron a Florida $230 millones por una cuarta parte de las acciones y se garantizaron, además, que ante una eventual nueva venta de Florida ellos tendrán la primera opción.
O los colombianos de Grupo Bavaria al dejarse casi la totalidad de la Cervecería Nacional en Panamá luego de pagar unos $260 millones.
Desafiantes
Sin embargo, la más reciente llegada de una firma cervecera gigante a Centroamérica se produce en otros términos.
El 18 de febrero, AmBev de Brasil, la mayor empresa de bebidas en Latinoamérica, anunció oficialmente que su plan de expansión para este año incluye Guatemala.
Solo que esta empresa, nacida en 1999 tras la fusión de las dos cervecerías más grandes de Brasil, instalará una nueva planta en la que invertirá $50 millones y para la distribución de sus productos se alió con el Grupo Mariposa. La decisión implica que competirán directamente con la Cervecería Centroamericana y su producto líder, la cerveza Gallo.
Al aliarse con Grupo Mariposa, los suramericanos saben que se les facilita la colocación del producto, puesto que ese tiene una gigantesca red en Guatemala y otros países del área para distribuir Pepsi.
Pero la meta es, desde allí, colocar sus marcas –su cerveza más conocida es Brahma– en todo el istmo, según el director general de Ambev, Magim Rodríguez.
Difícil, no imposible
Echeverría expresó que no hay nada que impida la creación de canales de distribución en el área, pero el costo de posicionar una marca nueva en otro país es altísimo.
La rentabilidad de una cerveza y su capacidad de competir por costos dependerá de los volúmenes que se logren mover, lo cual está relacionado directamente con la identificación de la gente respecto de sus marcas.
Pero a ese factor debe sumarse que en la región centroamericana, El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua son poco “bebedores” de cerveza, lo que reduce aún más el posible campo de comercialización.
Como muestra, mientras en Costa Rica se consumen 30 litros per cápita por año, en Guatemala son apenas 10, en Nicaragua 11, El Salvador 12 y Honduras 14, de acuerdo con los datos de la Asociación Latinoamericana de Fabricantes de Cerveza (Alaface). El mayor consumo de la región lo tiene Panamá, con 44 litros, según esa misma fuente.