Los cafetaleros nacionales perdieron un 12% de la cosecha esperada para el año productivo 2010-2011, como consecuencia de tres períodos de temporales y el fuerte ataque del hongo “ojo de gallo”, cuya presencia se incrementa con el exceso de humedad.
La cosecha estimada pasó de un cálculo de 2,17 millones de fanegas en fruta (corresponde a igual cantidad de quintales o sacos de 46 kilos de café beneficiado) en agosto pasado a apenas 1,89 millones de fanegas, según la última cifra dada a conocer esta semana por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
Estas cifras indican que ya se perdieron por esas causas 276.577 fanegas. Si ese café se vendiera al precio de $217,50, cierre de ayer en la Bolsa Mercantil de Nueva York, el sector dejaría de percibir unos $60 millones.
La última estimación de cosecha del Icafé implica ya una caída del 2,31%, o 44.831 fanegas, con respecto a la cosecha del período 2009-2010. Con esta situación, se repite la merma que trae la cosecha nacional del grano desde el período 2007-2008, cuando se obtuvieron 2,48 millones de fanegas, última en la cual hubo una ligera recuperación con respecto a la anterior.
Sin embargo, una tendencia a la baja viene desde más atrás. En el año cafetero 2001-2002, la cosecha ascendió a 3,15 millones de fanegas. En el año 2002-2003, la producción cerró en 2,92 millones de fanegas. La caída se ha presentado prácticamente en toda la década.
Este año se esperaba un ligero repunte de la producción, pero los tres temporales y la propagación del “ojo de gallo” dieron al traste con esa posibilidad.
Los aguaceros causan que el café maduro se caiga de la planta y no permiten que los recolectores ingresen a los cafetales. El “ojo de gallo”, por su parte, ataca las hojas de la planta y el grano.
Causas. Aparte del clima, el envejecimiento de los cafetales del país es la otra causa de la baja sostenida de la producción nacional del grano.
El Icafé considera que más del 40% de las plantaciones tiene ya más de 20 años en producción, por lo cual esos cafetales dejaron atrás su vida útil.
La consecuencia se refleja en la productividad por área. En el año cafetalero 2000-2001 el país alcanzó 31,9 fanegas por hectárea en productividad, mientras que ahora se ubica en alrededor de las 24 fanegas por hectárea.
El sector ya tiene en marcha un plan de renovación de cafetales, mediante el cual se sustituirán 30.000 hectáreas (un 30% del total). El objetivo es volver a elevar la producción a un promedio de 2,5 millones de fanegas anuales.
A los 52.000 cafetaleros registrados en el Icafé les queda el consuelo de los muy buenos precios de este período. La cotización en Nueva York generalmente se mueve en la franja de entre $120 y $140 por quintal, por lo que el cierre de ayer de $217,50 es muy positivo.
El 15 de marzo de este año, la cotización en la Bolsa neoyorquina estaba en $128,65 por quintal. Se mantuvo por debajo de los $140 hasta el 10 de junio y, a partir de ahí, comenzó una escalada que lo llevó por encima de los $200.