Buenos Aires, 3 oct (EFE).- El Gobierno argentino expondrá esta semana ante la Comisión Europea su posición ante las acciones judiciales de la empresa Monsanto para cobrar compulsivamente regalías sobre la soja transgénica producida en Argentina.
El encargado de esta tarea será el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Miguel Campos, quien viajará a Bruselas, sede del Ejecutivo de la Unión Europea (UE), entre los próximos jueves y viernes, indicó hoy su cartera en un comunicado.
Campos explicará ante los representantes europeos "los perjuicios generados" a su país por las acciones de la multinacional estadounidense para frenar los embarques de granos de soja y derivados provenientes de Argentina, señaló la nota oficial.
El secretario proporcionará a los funcionarios de la UE información demostrativa de que "las medidas impulsadas por Monsanto carecen de sustento científico y de base legal" y sólo apuntan a presionar con daños comerciales a productores y exportadores argentinos, añadió.
Campos se reunirá con la Comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Mariann Fisher Boel, así como con los titulares de las áreas de Alimentación y Comercio de la comunidad y con los importadores europeos afectados por las acciones judiciales de Monsanto en los puertos de descarga de la mercadería argentina.
Hasta el momento, la multinacional ha comenzado acciones judiciales contra los embarques argentinos en los Países Bajos y Dinamarca, ha solicitado "muestras" del producto en puertos de España y se prevé que proyecta acciones similares en Italia y Alemania.
Monsanto, que no ha patentado en Argentina la tecnología transgénica "Roundup Ready" (RR, resistente al herbicida Glifosato), pretende cobrar 15 dólares por tonelada exportada en concepto de "daños y perjuicios" por el uso de una técnica sin el pago de una regalía.
La multinacional comenzó a comercializar semillas de soja transgénica en 1996 mediante licencias a firmas intermediarias, las cuales cobran a los agricultores unos tres dólares por cada bolsa de semillas, cuyo precio total ronda los 20 dólares, por el uso de la tecnología.
Pero Monsanto alega que sólo el 30 por ciento de las semillas que se venden en el país está dentro del circuito legal de comercialización, por lo que no recibe nada a cambio de las ventas del otro 70 por ciento.
Campos ha afirmado que los exportadores argentinos pueden probar con facilidad que la soja enviada proviene de semillas legales o de la práctica autorizada de destinar parte de la cosecha a reimplantar en una próxima campaña.
También ha dicho que Monsanto tiene patentado en Europa el proceso de modificación genética de la soja y su producto, que es la semilla, "pero no los granos y sus derivados, que no están alcanzados por las patentes".
Las exportaciones argentinas del complejo de la soja sumaron unos 7.600 millones de dólares en 2004, mientras que para este año se esperan ventas por 8.625 millones de dólares.
Argentina es el segundo productor mundial de soja transgénica. EFE
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