El área sembrada de melón en Costa Rica cayó un 50%, en solo tres años, por causa de una serie de factores que afectan a la actividad.
Afiliados a la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Melón afirmaron que hace tres años el país sembraba 12.000 hectáreas con este fruta y que este año apenas se llegó a 6.000 hectáreas.
La situación más crítica se dio este año, luego de que diversas causas afectaron el cultivo el año pasado, explicaron representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
En el cantón de Carrillo, por ejemplo, los cultivos cayeron solo este año entre 30% y 40%, comentó Noel Pomares Zúñiga, jefe de la oficina regional del MAG en ese lugar.
Causas. Desde hace varios años, los meloneros costarricenses fueron afectados por la escasez de mano de obra, y de contenedores y de cabezales para el transporte.
El crecimiento del turismo y de la construcción en las zonas meloneras (Guanacaste especialmente y el Pacífico Central) causó el descenso en la mano de obra.
La disponibilidad de furgones, contenedores con frío y barcos se disputaba con sectores como piña, mango, banano y sandía.
La lista de problemas creció en años recientes con las lluvias inesperadas de meses típicamente secos, como diciembre o enero.
Las plantas de melón están en proceso de crecimiento en ese momento y el exceso de humedad provoca la aparición de plagas y enfermedades, principalmente hongos.
Tal condición causó fuertes pérdidas en la cosecha de los últimos años. En el período 2007-2008 el sector melonero reportó la pérdida de un 40% de la cosecha esperada, como consecuencia de las lluvias. El ciclo melonero se inicia en noviembre de un año y termina entre abril y mayo de siguiente.
La competencia internacional también ahoga a este sector productivo. Guatemala, Honduras y otros países incursionaron con fuerza en la actividad y con menores costos de producción.
Eliécer Araya, expresidente de la Cámara de Meloneros, y Agustín Penón, actual vicepresidente, reconocieron la fuerte caída en las áreas de siembra de la actividad.
Atribuyeron la situación a los problemas climáticos y la poca disponibilidad de mano de obra y otros servicios como transporte.
Pomares consideró que el problema de desempleo por la caída en el área de melón no fue tan grave este año porque los empresarios acudieron primero a la medida de dejar de traer nicaragüenses para la temporada más fuerte (la de cosecha o recolección) que se extiende entre enero y abril.
Sin embargo, muchos nacionales se quedaron sin el empleo en las plantaciones y empacadoras de esa fruta, aclaró Pomares.
El melón tiene una alta demanda de mano de obra, porque la recolección y el empaque se realizan de forma manual, pero la mayoría se contrata de manera temporal.