
Es chico, muy llamativo y está siempre cerca de las flores. Se trata del colibrí, un pájaro muy común en Costa Rica pues 50 de sus 330 especies se han identificado en el país.
Si hay alguien que conoce bien la pequeña ave es el ornitólogo estadounidense Gary Stiles.
Él lleva más de 30 años dedicados al estudio de esa pequeña ave, principalmente las que vuelan en nuestro país, pues fue investigador y profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR) a lo largo de 17 años. Entre sus obras más destacadas está la publicación, junto con Alexander Skutch, de la Guía de aves de Costa Rica (1989).
Ahora Stiles es profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad de Colombia y regresó aquí como conferencista invitado de la Cátedra Rafael Lucas Rodríguez, de la UCR.
Su charla el miércoles pasado en el auditorio de la Ciudad de la Investigación de la UCR trató sobre esa ave, con el título: "¿Cómo armar un colibrí?".
Intimidades de un colibrí. "Existen dos grandes grupos de aves: los colibríes y todas las demás", aseguró Stiles. El sesgo se debe a los años en el campo dedicados a esa ave.
El experto contó cómo el pequeño pájaro tiene una anatomía que se adapta al medio en el que vive. Los picos de los colibríes pueden ser largos o cortos, inclinados o rectos, según las flores que los rodeen y los insectos que prefiera comer. También sus alas y patas varían, de acuerdo con la altura en la que viven y la naturaleza allí.
Las flores son la razón de ser de esta ave. "Los colibríes necesitan de las flores por su néctar, las flores los necesitan para la polinización", señaló Stiles.
Cerca del 3% de toda la polinización que se da en los ecosistemas es producto de la labor de los colibríes. Mientras tanto, el colibrí obtiene el grueso de su alimentación del néctar de las flores, por lo que debe pasar el día entero succionando néctar. "Es como tener que vivir de coca-cola", dijo Stiles.
Con memoria. El investigador defiende la 'capacidad intelectual' de su pájaro favorito. Resulta que las pequeñas aves, aunque son poco inteligentes para los aspectos sociales de su vida, presentan gran inteligencia en lo que es la ubicación espacial y la memoria.
Todos los días visitan las mismas flores para obtener su néctar; se trata de al menos 50 flores, visitadas varias veces al día. Además, son aves muy territoriales, que atacan lo que se interponga en su camino.
Un colibrí vive, en promedio, tres años. Los machos se valen de la belleza de su plumaje para conquistar a las hembras, pero luego abandonan el nido.
El estudio de fósiles señala que hace unos 50 millones de años los colibríes empezaron a volar por la Tierra, principalmente en lo que hoy es América del Sur.