Pompeya, sepultada en lava y ceniza en el año 79 d.C., no fue la única ciudad destruida por el volcán Vesubio, en el sur de Italia.
Excavaciones arqueológicas a cargo de italianos y estadounidenses en los pueblos de Nola -a 15 kilómetros del Vesubio-, San Paolo Belsito y otras localidades de la campiña italiana han revelado que, miles de años antes, una erupción mayor a la de Pompeya arrasó con decenas de aldeas.
La potencia de la erupción con ríos ardientes de lava, lluvia de cenizas y gases tóxicos acabó con todo lo que se encontraba a 25 kilómetros del volcán, incluidos los asentamientos de lo que hoy es la ciudad de Nápoles.
Además, devastó la región por siglos. Aunque algunos de sus habitantes regresaron tras la catástrofe, al poco tiempo se percataron que el sitio era inhabitable.
Huella en el tiempo. Miles de huellas de animales y humanos, preservadas a lo largo de 3.780 años en la lava y ceniza, revelan que muchos lograron huir de la mayor erupción registrada del Vesubio.
Los cuerpos atrapados en la lava en una escena de cotidianidad, demuestra que otros murieron instantáneamente; mientras que las mesas servidas y los animales en sus jaulas son prueba de que quienes huyeron no tuvieron tiempo ni de recoger sus pertenencias.
La evidencia demuestra que la evacuación de los pueblos fue masiva e inesperada.
Tuvieron poco menos de dos días para huir de sus hogares, desde los inicios de la erupción hasta el estallido final.
Dejaron atrás sus hogares que quedaron preservados en la lava y hoy son una mirada a cómo se vivía en la Era de Bronce.
Peligro en Nápoles. El hallazgo arqueológico, además, deja en evidencia que la ciudad de Nápoles, donde hoy viven 3 millones de personas, podría ser devastada por una erupción como la de hace casi 4.000 años.
Se trata de una emergencia para la que la ciudad, aunque advertida, no se ha preparado, manifestaron Giuseppe Mastrolorenzo, Pierpaolo Petrone, Lucia Pappalardo y Michael Sheridan en su estudio, publicado ayer en la versión en línea de Proceedings of the National Academy of Sciences .
Aunque no exista una alta probabilidad de que una erupción devastadora vaya a ocurrir en un futuro cercano, los científicos advirtieron que los gobernantes de la ciudad deben de tomar en cuenta la posibilidad.
La forma que ha tomado el Vesubio en la actualidad, con un cono que se asoma como anfiteatro ante Nápoles, sugiere que una gran erupción terminaría vertiendo gran parte del material volcánico sobre esa ciudad.