París. DPA. A las librerías francesas llegarán en los próximos meses 663 nuevos libros, pero toda Francia parece estar pendiente de una sola novela, La possibilité d'une ile (La posibilidad de una isla) , del provocador escritor Michel Houellebecq.
Pocas veces una obra ha generado tanto furor y dividido las opiniones como este libro de ciencia ficción. En estos días, en la prensa aparecen fotografías del pálido Houellebecq -de 47 años- así como material de fondo, entrevistas y críticas anticipadas del texto.
Para la editorial Fayard, que publica al autor, estas son buenas noticias ante el lanzamiento del libro este fin de semana.
La posibilidad de una isla saldrá a la venta en varios países de forma simultánea y llegará a España (traducido) en noviembre, con la editorial Alfaguara.
A la actual expectativa mundial de los lectores sobre el libro se une la posibilidad de que el escritor francés logre obtener este año el Premio Goncourt, uno de los más importantes del país.
Desde la ciencia ficción. La cuarta novela de Houellebecq narra la deprimente vida del humorista Daniel, quien es acogido en la llamada secta Elohim y clonado después de su muerte.
Para relatar la historia, Houellebecq se sirve de seres humanos perfeccionados genéticamente, de los cuales algunos sufren por haber perdido parte de su humanidad al convertirse en clones.
Los críticos ya han hecho públicas sus opiniones sobre esta obra.
Sin embargo, el público aún no ha tenido acceso a las 450 páginas cargadas -lo habitual en la obra de Houellebecq- de "sexo duro".
Angelo Rinaldi, de la Académie Française, consideró la obra "seca y oscura", en tanto que el autor y ganador del Premio Goncourt en 2003, Jacques-Pierre Amette, la encontró "mortalmente aburrida".
En cambio, el influyente editor y escritor Philippe Sollers cree que, con ella, Houellebecq se ha metido en el bolsillo el Goncourt.
El tema no es menor en vista de que Houellebecq ya fue candidato con su libro más famoso, Las partículas elementales , en 1998, y en 2001 con Plataforma .
Empero, arruinó sus posibilidades cuando declaró que el Islam era la "más estúpida" de las religiones, lo cual generó un escándalo.
Él es el francés vivo más traducido (a 35 idiomas). Se dice que recibió $1,6 millones por pasar de la editorial Flammarion a Fayard.
En todo caso, Houellebecq tendrá que esperar a noviembre para saber qué pasa con el Goncourt.
Lo cierto es que, con Houellebecq, la polémica está servida, en este caso por la aparente simpatía que siente por las sectas.
La revista Paris-Match ha hecho eco de ello y ataca la novela por su defensa del movimiento clónico de los Elohim: "A veces parece como una glorificación de las sectas, pero en cualquier caso se trata de una provocación innecesaria".