
Un estudio publicado en la revista Science Advances reveló nuevos datos sobre el estado de las plataformas de hielo en la Antártida Oriental. El hallazgo fue posible gracias al flotador marino Argo, que permaneció bajo el hielo durante ocho meses sin señal ni ubicación.
El equipo científico confirmó que el robot logró recopilar información inédita de una región oculta entre las plataformas Denman y Shackleton, en el extremo este del continente antártico. El dispositivo flotó a la deriva en completa oscuridad y frío extremo.
Durante su travesía, recorrió cerca de 300 kilómetros sin guía. En ese periodo, el flotador realizó mediciones cada cinco días, incluyendo variables como temperatura, presión, salinidad, oxígeno, pH y nitratos.
Las diferencias entre dos plataformas vecinas revelaron un riesgo potencial
El flotador permitió comparar dos plataformas cercanas. Shackleton, ubicada más al norte, no mostró señales de contacto con aguas cálidas. Esta condición sugiere que aún no presenta riesgo de derretimiento acelerado.
La plataforma Denman mostró un panorama distinto. Las mediciones confirmaron la presencia de una delgada capa de agua cálida en su base. Ese tipo de infiltración podría debilitar la plataforma desde abajo y generar un retroceso inestable.
Si esa estructura colapsa, podría liberar una gran masa de hielo al mar. Los modelos científicos estiman que Denman tiene el potencial de elevar el nivel del mar hasta en 1,5 metros, lo que afectaría a poblaciones costeras de todo el mundo.
El dato clave: la capa límite oceánica
El flotador permitió observar por primera vez las condiciones en la capa límite oceánica. Esta franja mide aproximadamente diez metros y se ubica justo debajo del hielo. Allí se determina el flujo de calor que acelera o frena el derretimiento.
Antes de estas mediciones, solo era posible conocer ese entorno mediante perforaciones, un proceso complejo y costoso. La tecnología Argo ofrece una solución más accesible para estudiar zonas remotas.
Flotadores como Argo podrían transformar la comprensión del deshielo polar
Los flotadores marinos se mueven con las corrientes. Bajan, toman mediciones y suben a la superficie para enviar los datos por satélite. Sin embargo, cuando el hielo impide emerger, el dispositivo no puede transmitir ni actualizar su posición GPS.
Este fue el caso del flotador Argo. La comunidad científica no sabía si volvería a la superficie. Pese al riesgo, el dispositivo resistió y logró enviar datos de alto valor científico.
El uso extendido de estos flotadores a lo largo de la plataforma continental antártica reduciría la incertidumbre sobre la velocidad de derretimiento. También ayudaría a mejorar los modelos predictivos sobre el aumento del nivel del mar.
El futuro de millones de personas depende de estas mediciones
Millones de habitantes en zonas costeras, islas bajas y deltas de ríos dependen de la estabilidad del hielo antártico. Las nuevas observaciones advierten que la Antártida Oriental podría ser más vulnerable de lo que se pensaba.
Durante décadas, esa región se consideró aislada del contacto con aguas cálidas. El flotador Argo reveló que ya no es así. El cambio climático estaría penetrando en cavernas submarinas remotas y acelerando el deshielo desde abajo.
El estudio advierte sobre la urgencia de comprender estos procesos antes de que sus efectos sean irreversibles.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
