
Una serie de estudios publicados el 26 de noviembre en la revista Nature aportó nuevos datos sobre una especie humana ancestral que vivió en el mismo entorno que el Australopithecus afarensis, especie de la cual formaba parte el icónico esqueleto de Lucy.
La investigación fue liderada por expertos de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), en Estados Unidos. El análisis se centró en un fósil encontrado en el año 2009 en el yacimiento arqueológico de Woranso-Mille, en el Valle del Rift de Afar, en Etiopía. Se trataba de ocho huesos de un pie con características distintas a las del A. afarensis.
Este conjunto de restos, conocido como el “Pie de Burtele”, reveló una anatomía más primitiva que la de Lucy. Entre las diferencias más notables destacó un dedo gordo del pie oponible, parecido al del Ardipithecus ramidus, una especie aún más antigua, de 4,4 millones de años.
El equipo de investigadores explicó que este rasgo anatómico indicaba una capacidad significativa para trepar árboles, al mismo tiempo que el individuo también podía caminar erguido. En contraste, Lucy y su especie caminaban de forma completamente bípeda, con el dedo alineado al resto del pie.
Relación con una nueva especie
Aunque los huesos fueron anunciados en 2012 como pertenecientes a una especie distinta, no fue sino hasta 2015 cuando se estableció que correspondían al Australopithecus deyiremeda, una especie humana ancestral que compartió el hábitat con el A. afarensis.
La asociación definitiva se dio tras el hallazgo de fragmentos craneales y dientes en el mismo sitio, lo que permitió un análisis más completo de los fósiles. Sin embargo, la confirmación tardó debido a que los restos se hallaban en distintas capas de sedimento, lo que generó dudas sobre su conexión directa.
Los científicos aclararon que, por norma, no se nombra una especie nueva basándose únicamente en partes del cuerpo ubicadas por debajo del cuello. Esa fue una de las razones por las cuales la clasificación de los restos tomó varios años.
Descubrimientos dentales y alimenticios
Uno de los hallazgos recientes más importantes fue la mandíbula de un individuo joven, de aproximadamente 4,5 años de edad al momento de morir. La dentadura se encontraba casi completa, con varios dientes permanentes aún en formación.
Mediante microtomografías computarizadas de alta resolución, los expertos reconstruyeron el patrón de desarrollo dental y analizaron la composición química de los dientes. La investigación concluyó que el A. deyiremeda consumía principalmente alimentos procedentes de árboles y arbustos, a diferencia de Lucy y sus parientes, quienes tenían una dieta más variada que incluía gramíneas y juncos tropicales.
La evidencia recolectada refuerza la teoría de que diversas especies humanas ancestrales coexistieron en el este de África. La presencia simultánea de A. deyiremeda y A. afarensis sugiere que el bipedalismo no siguió una sola trayectoria evolutiva, sino que se desarrolló de formas distintas en diferentes linajes.
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