Londres. EFE. La Tate Gallery de Londres pagó supuestamente una enorme suma de dinero a mafiosos de origen balcánico para lograr la devolución de dos obras maestras de Joseph Mallord William Turner robadas. Los cuadros habían sido prestados a un museo de Fráncfort.
Así lo afirma un informe de la emisora BBC2, que se emitirá la próxima semana, pero cuyo contenido adelantó ayer el diario The Daily Telegraph.
Se afirma que esa operación fue aprobada por las autoridades de Londres y Berlín y que actuaron de intermediarios un abogado alemán y dos exagentes de la policía británica.
Hasta ahora, la Tate Gallery había insistido en que los 4,8 millones de euros que costó recuperar los cuadros, asegurados en 35 millones de euros, se pagaron por la "información" obtenida para encontrar su pista y los costos de la investigación.
Sin embargo, la mayor parte de ese dinero fue a parar en realidad, según ese reportaje, a bolsillos de delincuentes balcánicos.
Los cuadros se titulan Sombra y oscuridad y Luz y color . Los robaron de una exposición en el museo Schirn, de Fráncfort, en 1994.
Así es la historia. Los dos ladrones y el conductor del automóvil en el que se dieron a la fuga fueron detenidos y condenados en 1999 a penas de cárcel que oscilaban entre tres y once años, mientras que las compañías aseguradoras pagaron a la Tate los 35 millones de euros convenidos para hurtos.
Sin embargo, el cerebro de la banda, supuesto cabecilla de un grupo mafioso dedicado al tráfico de drogas y a la prostitución en Fráncfort, no fue acusado y las pinturas seguían sin aparecer.
La Tate realizó entonces una apuesta arriesgada: pagó a las aseguradoras, Lloyds y Axa Nordstern, algo más de diez millones de euros para recuperar el derecho de propiedad de los cuadros si es que esos reaparecían y decidió aplicar su propio plan de acción.
Un abogado de Fráncfort llamado Edgar Liebrucks dijo a la Tate que creía poder negociar la devolución de los cuadros robados, y la galería británica lo aceptó como mediador junto a dos detectives británicos.
La galería ingresó unos 4,8 millones de euros en una cuenta en un banco de esa ciudad alemana abierta por un detective.
No se conoce cuánto se pago a la banda, pero se sabe que los mafiosos reclamaron el pago inicial de la décima parte de esa cantidad a cambio de demostrar con fotografías que tenían las pinturas robadas.
En 2002, el director de la Tate, Nicholas Serota, reconoció que se habían pagado ciertas cantidades, aunque no directamente a los ladrones.