4-01-2010, Oreamuno de Cartago, 10:00am, rotulacion de productos para personas no videntes, creadas por Adrian Vargas, y en la foto Teresita Serrano y su perro guia Linda/iarauz
Debido a su discapacidad visual, Teresita Serrano nunca se ha sentido tranquila al escoger los productos de su preferencia cuando va de compras al supermercado.
Hasta hace poco, esta mujer no vidente tenía solamente dos opciones: guiarse por su olfato para encontrar el producto que buscaba o dejar que otros seleccionaran las compras por ella.
Un proyecto diseñado por el educador cartaginés Adrián Vargas le da la oportunidad a la población no vidente de poder informarse sobre los productos que desea comprar.
Vargas desarrolló un sistema de rotulación en braille para productos que informa a los no videntes sobre tres aspectos: el tipo de producto, la marca y las cantidades en unidades de medida como gramos y mililitros.
El braille es un sistema de escritura para ciegos, que consiste en signos dibujados en relieve que ellos pueden leer utilizando las yemas de los dedos.
De momento, esta rotulación funciona únicamente en el supermercado El Tesoro, ubicado en San Rafael de Oreamuno de Cartago, pero el objetivo de su autor es extender el servicio a las grandes cadenas de supermercados.
Consumidores independientes. El sistema consiste en pequeñas etiquetas individuales colocadas en los estantes, debajo de cada uno de los productos, las cuales pueden ser leídas por los no videntes.
Así, las personas con discapacidad visual podrán enterarse, por ejemplo, de que el producto en sus manos es un café marca “X” o “Y” y que el contenido del paquete es de 500 gramos. O que el atún, marca “X”, tiene dos presentaciones: con vegetales y de lomo en trozos.
“Creo que el principal aporte de este sistema es el sentimiento de independencia de estas personas a la hora de ir a comprar a un supermercado. Ellos generalmente van acompañados de otra gente que al final es la que escoge los productos. Y si van solos, es todavía más complicado porque la única información con la que cuentan es la ubicación de los productos en los pasillos”, comentó Vargas, quien es profesor de artes industriales en el Liceo San Nicolás en Taras de Cartago.
Los rótulos se pegan a los estantes gracias a un adhesivo, tipo velcro , y están fabricados en cartón por ser un material más manejable. “Hay que tener en cuenta que los supermercados renuevan su mercadería constantemente. Entonces, es necesario reubicar las etiquetas también. Por eso son removibles y livianas”, dijo Vargas.
Las dimensiones de cada rótulo no exceden los 7 cm de alto por 5 cm de ancho, pues ese es el tamaño adecuado para incluir los datos, tanto en braille como en escritura convencional.
Al ser consultado sobre la necesidad de incluir el precio de los artículos en esos rótulos, Vargas señaló que todavía está en proceso un mecanismo para lograr modificar un dato que varía constantemente. “Este proyecto es un primer esfuerzo por hacer cumplir la Ley N.° 7600 en un aspecto específico”, agregó Vargas.
Dicha ley se aprobó en mayo de 1996 con el fin de garantizar la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad.