Viena. EFE. Sigue abierto el misterio sobre el supuesto cráneo de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), conservado, junto con unos dientes, por la Fundación Mozarteum de Salzburgo (Austria).
Los resultados de las pruebas del ADN mitocondrial realizadas a los restos de dos supuestas familiares suyas no demostraron si esa parte de la osamenta perteneció o no al famoso compositor.
Así lo reveló ayer el Instituto Forense de Innsbruck luego de efectuar análisis científicos.
Las pruebas del ADN de los restos que presuntamente pertenecían a una sobrina de Mozart, Jeanette, y a su abuela materna, Euphrosina Pertl, dan resultados distintos entre sí.
Por esa razón no pudieron ser comparados con dos dientes extraídos de la supuesta calavera del músico austriaco.
Por si eso fuera poco, la información genética extraída de dos pelos que al parecer pertenecieron a Mozart, también resultó ser distinta en cada una de las muestras capilares.
Además, no coincidieron con las pruebas a las que fue sometido el cráneo ni tampoco con los restos de las presuntas parientes del compositor, según detalló ayer el documental Mozart, búsqueda de vestigios , emitido por la televisión pública austríaca ORF.
Pistas diferentes. De esta forma, se dispone de cinco pruebas de ADN con resultados distintos entre sí: los datos genéticos de la supuesta sobrina y la abuela, los provenientes de los dientes de la calavera atribuida al compositor, y los de las muestras capilares procedentes de dos mechones conservados en la Fundación Mozarteum.
"Los resultados traen más confusión que claridad", aseguró la moderadora del coloquio posterior al documental, resumiendo el sentir de los investigadores.
"Los muertos se han llevado de nuevo el secreto a la tumba", se dijo en una parte del documental de la ORF, el cual estuvo basado en datos ofrecidos por científicos del Instituto Forense de Innsbruck (Austria) y de los laboratorios de ADN de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en Rockville.
La incertidumbre sobre la autenticidad del supuesto cráneo de Mozart es centenaria y al parecer continuará muchos años más.
El cráneo atribuido al músico se guarda en Viena desde 1902.
"El maestro Mozart se sustrajo a la investigación científica", dijo el director de orquesta Nikolaus Harnoncourt.
Ese cráneo ha sido objeto de investigaciones en numerosas ocasiones desde 1902.