El mundo ya no se encuentra en alerta de pandemia por la gripe AH1N1, enfermedad que causó la muerte de 18.449 personas en 200 países, pero que representó un impacto mucho menor que el de la influenza común, que ocasiona 500.000 muertes cada año.
Ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el fin de esta pandemia pues considera que el número de contagios y la gravedad de estos bajó y que el comportamiento de la enfermedad ya es igual al de una gripe común. En los dos últimos meses el mundo solo registró 300 muertes y en casi todos los países del orbe los casos continúan bajando.
Según la OMS, una de las razones para el descenso es que entre el 20% y el 40% de la población mundial ya estuvo expuesta al virus y por ello desarrolló inmunidad. “Entramos en un período de llamada pospandemia. Esto no quiere decir que el virus haya muerto, debemos seguir vigilantes”, dijo en teleconferencia Margaret Chan, directora de la OMS.
La fase de pospandemia se caracteriza porque mantiene la vigilancia sobre nuevos casos que permitan determinar variaciones en la agresividad del mal, así como mutaciones en el virus.
Los datos más recientes del Ministerio de Salud hablan de 71 muertos y 3.736 contagiados. En la última semana solo se detectaron ocho casos nuevos, mientras hubo semanas pasadas en que se daban hasta 50 registros en ese período.
“No es que el virus ya se acabó, se mantiene circulando. Lo que pasa es que ya mucha de la población desarrolló inmunidad a la AH1N1, ya sea porque ya tuvieron la gripe o porque están vacunados. Ahora la AH1N1 es un virus respiratorio más, al punto de que la próxima vacuna contra la gripe tendrá la cepa AH1N1”, explicó Ana Morice, viceministra de Salud.
“Todavía hay riesgo de contagio. Medidas como el lavado de manos y cubrirse con el antebrazo al estornudar nos pueden proteger de varios virus”, añadió Morice, quien alertó que personas con factores de riesgo como obesidad, diabetes o hipertensión deben estar atentas.
El organismo negó categóricamente esta acusación y creó un comité de expertos independientes, encargado de arrojar luz sobre este tema. “Era un virus desconocido, no podíamos tener certeza de lo que ocurriría. Se diseminó muy rápido, pero afortunadamente tuvimos una pandemia más suave”, dijo Keiji Fujuda, jefe de Epidemiología de la OMS.
Para Federico Hernández, representante en Costa Rica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las medidas que se tomaron en un inicio fueron las necesarias. “No puede decirse que la OMS actuó en forma precipitada. Nadie sabía cómo iba a actuar el virus. Quizá si no se hubiera tomado, sí estaríamos lamentando una pandemia grave con muchos muertos”, concluyó.