
Las capitales de Suecia y Noruega extendieron anoche todos los honores para los personajes lauerados con los premios Nobel 2011.
El Ayuntamiento de Oslo fue el escenario para el homenaje, por primera vez, a tres mujeres dueñas del premio Nobel de la Paz: la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, la también liberiana Leymah Roberta Gbowee y la yemení Tawakkol Karman.
El galardón reconoce “su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y sus derechos a una participación plena en el trabajo de construcción de la paz”.
Horas después, el rey Carlos Gustavo de Suecia entregó ante 1.570 invitados en la Sala de Conciertos de Estocolmo la medalla y el diploma, con la imagen de Alfred Nobel, a los ganadores en las ramas de Física, Química, Medicina, Economía y Literatura.
La ceremonia del 2011 será también recordada porque se entregó, por vez primera, un Nobel póstumo, el de Medicina, al canadiense Ralph Steinman, que lo comparte con el estadounidense Bruce Beutler y el franco-luxemburgués Jules Hoffman. El canadiense falleció dos días antes del anuncio del premio, por lo que el comité decidió entregar el reconocimiento póstumo.
Los otros premiados fueron Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess (Física); Dan Shechtman (Química); Thomas Sargent y Christopher Sims (Economía) y Tomas Tranströmer (Literatura).
Desde su silla de ruedas, Tranströmer, aquejado de apoplejía, fue protagonista de la parte más emotiva de la ceremonia, cuando llegó al centro del escenario para recoger su Nobel, honor que ningún sueco recibía desde hace 37 años.