
Usted se refirió en en su conferencia a “rechazar la liberalización del comercio de la educación superior”. ¿Qué quiere decir exactamente con esta frase?
Lo que quiero decir, con toda claridad, no es que no deba existir educación privada. Hay educación privada de mucha calidad, pero tengo que reconocer que (...) no es homogénea en muchas de esas universidades. La educación en nuestras sociedades tiene que ser de calidad, pública o privada.
“Además, no puedo aceptar que se considere que solo quien tiene recursos económicos tiene derecho a la educación. La educación es un derecho fundamental, incluida la superior. El verdadero desarrollo de los países requiere una sociedad preparada y esto se obtiene con la educación universitaria”.
“Por eso, recursos como la salud o la educación no pueden dejarse a la oferta y la demanda, a la posibilidad de ‘compra’; tiene que haber una responsabilidad del Estado para poder ofrecer a la población las posibilidades de formarse”.
En nuestro país las universidades públicas no tiene capacidad para admitir todos los estudiantes que quieren estar en ellas...
Ahí están las nuevas modalidades, como la Universidad Estatal a Distancia, que tiene la posibilidad de ampliar la matrícula porque no requiere servicios presenciales. Necesitamos aprovechar todo eso. ¿De qué vale que simplemente se cree una ilusión de que a través de instituciones que no tienen toda la calidad las personas van a recibir una formación universitaria? ¿Sirve eso o simplemente pospone los problemas?
“Tenemos que entender a la educación superior como un bien que el Estado debe tutelar con la participación que corresponda a los sectores privados, con la absoluta calidad y sin renunciar a la responsabilidad de que el Gobierno debe garantizar los recursos para que las instituciones públicas de educación superior puedan cumplir con su tarea”.
¿Cree que toda persona que quiera entrar a una universidad pública tiene derecho a hacerlo?
Tiene el derecho, a mi juicio, de aspirar. Tiene que demostrar que cuenta con los requisitos académicos para ingresar.
¿Pero qué sucede si no ingresa por falta de cupo?
La oferta que se ofrece no es elástica. No se puede exigir que una institución de educación superior, que fija su cupo, pues simplemente extienda ese cupo al infinito. Yo no puedo estar de acuerdo porque lo que vamos a hacer entonces es afectar a esa institución y vamos a disminuir la calidad con que estamos formando al recurso humano. Las universidades tampoco pueden estar formando recursos que luego no puedan vincularse a la vida productiva de un país.
Pero esto no significa que las carreras que no son favoritas para el mercado tengan que salir de la lista de las universidades.
De ninguna manera. A veces, al mercado, la poesía no le representa un gran estímulo, la filosofía le puede parecer secundaria y los matemáticos y físicos lo tienen sin cuidado. Yo creo que el ser humano requiere más cosas que bienes materiales, también tenemos necesidad de bienes espirituales como una buena novela, una buena película, una puesta en escena, una buena obra de teatro... todo esto no necesariamente está solo dado por las leyes de la oferta y la demanda.