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Si un bebé nace por medio de una cesárea planificada antes de la fecha prevista del parto, tiene el doble de riesgo de morir que si naciera en días cercanos a esa fecha.
Mientras en nacimientos naturales muere un niño por cada mil, al realizarse una cesárea planificada la cifra aumenta a 2,1. Si a este tipo de cesáreas se agregan aquellas practicadas por emergencia, la tasa total de muerte aumenta a 5,7.
Estos datos fueron revelados por investigadores de la Universidad de Ginebra, en Suiza, publicados recientemente en la revista Pediatrics . El estudio analizó la incidencia de mortalidad neonatal y de enfermedades después de partos por cesáreas, y es el primero a nivel mundial que toma en cuenta tanto las formas del nacimiento como la duración del embarazo, según información proporcionada por esa universidad.
Riesgos al nacimiento. Un embarazo normal dura 40 semanas, pero la cesárea –procedimiento quirúrgico para extraer del útero de una mujer uno o más fetos– acorta este período por diferentes razones.
La cesárea de emergencia se da por complicaciones del parto, como un desprendimiento de la placenta o un prolapso del cordón umbilical (cuando aparece por el cuello uterino antes que el feto), por lo que debe hacerse con la debida urgencia. Por otra parte, la cesárea se planifica si se conocen de antemano riesgos para la madre o el feto.
El estudio de la universidad suiza verificó que, en comparación con nacimientos vaginales, los bebés nacidos por cesáreas planificadas pretérmino (antes de las 37 semanas de gestación) tienen un riesgo de muerte significativamente mayor, con una relación de 2,1 a 1.
Estos bebés presentan mucho más a menudo complicaciones respiratorias, un 1,8% más que los nacidos por partos naturales, y la probabilidad de que deban ingresar a cuidados intensivos es 1,4 veces mayor.
Según los investigadores, esto puede darse porque al acortar el período de la gestación, el sistema respiratorio no se termina de desarrollar, y por lo tanto es más susceptible a patologías.
De acuerdo con María de los Ángeles Yock, especialista en neonatología y pediatría, la patología más frecuente en neonatos prematuros es la enfermedad de membrana hialina o síndrome de dificultad respiratoria. En ella hay deficiencia de una sustancia llamada surfactante en los pulmones, lo que provoca que los alvéolos pulmonares colapsen tras cada respiración.
Yock recalcó que por esto se recomiendan las cesáreas planificadas al llegar a las 38 semanas.
Según datos del Ministerio de Salud, en el país en el año 2008 hubo 75.187 nacimientos, y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) atendió 14.712 cesáreas.
