
El argentino Fernando Sola es un aventurero que, movido por un sueño personal, recorrió el continente americano conduciendo una camioneta entre 1997 y 1998.
Hoy se encuentra en Costa Rica a medio camino de una aventura similar. Esta vez recorre América en autobús como una forma de sensibilizar a las personas sobre la niñez abandonada.
Para ello creó en Estados Unidos, donde ha residido por varios años, la Fundación Caritas Felices.
Sola llegó a Costa Rica el miércoles pasado y el próximo jueves partirá hacia Panamá.
Su Happy Bus ( Bus feliz ) tiene placas y calcomanías recolectadas en los países que ha visitado hasta ahora: Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Por la niñez. Lo que más llamó la atención de Sola durante su primer viaje por el Continente fue la gran cantidad de niños latinoamericanos que viven en las calles. Por eso, en febrero emprendió este segundo viaje, que preparó durante nueve años.
“Me di cuenta de que había interés en la gente y en los medios de comunicación por un viaje como este. Por ello, quise combinar las dos cosas y volver a llamar la atención, ya no hacia un sueño personal, sino para dar un mensaje”, comentó.
Él mismo compró el autobús y lo acondicionó para este periplo. Sola viaja con la ayuda del mexicano Horacio González en carretera y con el apoyo logístico de su esposa Cristina Sola, quien desde Acapulco (México) hace todos los arreglos pertinentes en cada destino.
El argentino considera que, si la gente pensara que todos los niños son sus niños, sería un primer paso para solucionar el problema.
Sola señaló que él tiene una niña de 7 años, Marbeli, a la cual considera el “motor” de todo su viaje.
Redes. En cada país, Sola se pone en contacto con instituciones y hogares que atienden a los niños que se hallan en abandono.
En un principio, su autobús iría acompañado por un camión con donaciones, pero las autoridades aduaneras mexicanas no le permitieron continuar.
Tras el incidente, su viaje se limita a levantar una bandera por la niñez. Asimismo, ayuda a los orfanatos mediante reparaciones sencillas y otros servicios.
Sola sugiere que las soluciones para la niñez en abandono nazcan de los ciudadanos mismos.
“Contactemos un orfanato, un hogar de niños, y colaboremos dentro de nuestras posibilidades”, afirmó.