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Los hermanos Samuel y Ezequiel Núñez Badilla, quienes nacieron unidos por su cabeza y fueron separados el 23 y 24 de febrero pasado, se recuperan de manera lenta, pero constante. Sin embargo, los especialistas de salud aún deben atender varios retos en su recuperación.
Uno de los principales retos es la alimentación, según declaró la mañana de este viernes Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN).
"Ambos niños tienen en la actualidad el principal problema en la alimentación, por lo que estamos aplicando una serie de medidas y alimentos especiales con la ayuda de los especialistas en gastroenterología", señaló la jerarca.
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Arguedas no detalló cuál es este problema. Sin embargo, en una entrevista anterior, Juan Luis Segura, jefe de Neurocirugía del HNN y quien lideró la cirugía de separación, había señalado que la alimentación podría presentar un reto en determinado momento.
"Aunque su salud gastrointestinal siempre ha estado muy bien, llevan días sin comer y entonces esto puede hacer que el sistema digestivo se vuelva perezoso. El sistema digestivo es como todos, si no se usa, se atrofia", explicó Segura en aquel entonces.
Arguedas aseguró que dentro de lo positivo está que Samuel, quien estuvo bajo de peso, ya está ganando cada día más gramos.
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Por su parte, su hermano Ezequiel presenta otro obstáculo que los profesionales en cirugía reconstructiva deben enfrentar.
"Cirugía reconstructiva también está analizando diferentes opciones para programar el cierre de la cabecita de Ezequiel. Debemos recordar que él tiene un área donde no hay piel y la tenemos cubierta con una membrana sintética", aseveró Arguedas.
Los niños se mantienen en el servicio de infectología al cuidado de sus papás Stallin Núñez y Evelyn Badilla.
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Ambos menores ya están sin tratamiento de antibióticos y cada vez reciben menos medicamentos para controlar las convulsiones que presentaron en los últimos días.
Los gemelos Núñez Badilla, de dos años y tres meses, nacieron unidos por su cabeza y compartían vasos capilares y parte de su cerebro. Fueron separados durante el viernes 23 y sábado 24 de febrero, en una cirugía de 20 horas, única en el país.
