
El uso de aire acondicionado y ventiladores provoca dudas cuando se habla de salud. Muchas personas relacionan estos aparatos con resfriados y molestias respiratorias. La confusión aumenta porque, después de horas de exposición, se presentan congestión nasal, sequedad en vías respiratorias, picazón ocular o dolor de cabeza. Especialistas explican por qué ocurre y cuál dispositivo causa mayor malestar durante una gripe.
La neumóloga Luciana Alves de Oliveira Lopes y el ingeniero João Nakata detallaron los efectos de ambos aparatos y ofrecieron pautas de uso para evitar molestias.
El aire frío causa gripe o alergias
La gripe no se origina por temperaturas bajas. Los virus provocan las infecciones respiratorias. Los especialistas explicaron que tos, estornudos o secreción nasal no siempre significan un resfriado. En muchos casos, esos síntomas aparecen por alergias o irritación de las mucosas.
Sin embargo, la exposición directa al flujo de aire o la falta de mantenimiento incrementa el malestar en personas engripadas. El aire seco y las temperaturas bajas crean condiciones que favorecen virus y alérgenos.
En vuelos largos, por ejemplo, muchos pasajeros sienten obstrucción nasal, coriza y tos. El aire que entra a la cabina proviene de zonas con humedad relativa cercana al 12%, más baja que la de muchos desiertos. Ese ambiente afecta la defensa natural de las mucosas y facilita complicaciones respiratorias.
¿Qué resulta peor durante una gripe?
La respuesta depende del uso del equipo. El aire acondicionado incorpora filtros que retienen ácaros y partículas de polvo, lo que reduce alérgenos. Aunque seca el aire con facilidad si funciona por tiempos prolongados y con temperaturas muy bajas. Por esto algunos especialistas sugieren el uso adicional de un humidificador.
El ventilador no altera la humedad del ambiente, pero genera corrientes que resecan las vías respiratorias si el flujo se dirige al cuerpo. Ambos aparatos también pueden dispersar virus, polvo, esporas de moho y pelos de animales presentes en el ambiente.
¿Cómo evitar malestares con aire acondicionado o ventilador?
El problema no se origina en el aparato, sino en la forma de uso. En aire acondicionado, Nakata aconsejó evitar que el flujo de aire impacte directamente sobre las personas. También señaló la importancia de mantener temperaturas confortables. Con un manejo adecuado, este equipo mejora el confort térmico y la calidad ambiental.
En ventiladores, la recomendación principal consiste en impedir que el aire vaya directo al rostro. La limpieza constante reduce la dispersión de polvo.
Hábitos que disminuyen efectos negativos
1. Limpieza frecuente de los componentes
Los filtros del aire acondicionado requieren limpieza mensual si el uso es diario. En zonas con polvo, como áreas costeras o con obras cercanas, este proceso necesita repetición cada 15 días o incluso con mayor frecuencia. Filtros sucios acumulan polvo, ácaros y hongos, lo que agrava alergias, empeora síntomas respiratorios y aumenta el consumo energético.
Limpiezas profundas, como serpentinas o bandejas de condensado, deben realizarse cada 6 a 12 meses para garantizar buen funcionamiento.
En ventiladores, el polvo de hélices y rejillas se libera al ambiente cuando el aparato funciona. La limpieza cada 15 días disminuye la exposición a partículas suspendidas.
2. Evitar el flujo directo del aire acondicionado
El aire frío debe distribuirse por el espacio y no dirigirse hacia el cuerpo. Nakata recomendó orientar las aletas hacia arriba o en posición horizontal. Mantener puertas y ventanas cerradas evita sobrecarga del equipo y reduce variaciones bruscas de temperatura.
3. En ventiladores, usar la función oscilante
La oscilación crea movimiento de aire suave y uniforme. El flujo debe dirigirse hacia paredes o techo para evitar molestias en rostro, garganta o pecho. También se recomienda mantener distancia y evitar el uso continuo durante el sueño, sobre todo en noches frías o cuando la persona presenta síntomas gripales.
4. Escoger temperaturas en torno a 24 °C
La temperatura ideal depende de la época del año y de la humedad del ambiente. La franja entre 22 °C y 26 °C ofrece confort sin provocar resequedad excesiva ni choque térmico. Para el uso diario, la recomendación general se sitúa en 24 °C.
5. Cuidar los niveles de humedad
El uso de humidificadores requiere precaución. Un exceso de humedad favorece moho y hongos, dañinos para las vías respiratorias. Los especialistas aconsejaron mantener espacios ventilados y permitir la entrada de aire fresco cuando sea posible.
Tanto ventiladores como aire acondicionado pueden utilizarse durante la gripe si se aplican las recomendaciones básicas y se realiza mantenimiento regular. Los malestares suelen relacionarse con el uso inadecuado y no con los equipos en sí.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
